Mi marido me invitó a un fin de semana romántico: terminé sola en la habitación
Los viajes a menudo ponen a prueba las relaciones de pareja por la cantidad de tiempo que se pasa juntos.

Esperaba con ansias un fin de semana que se suponía sería para dedicarlo a ella y su pareja. En cambio, esta mujer se pasó dos días sola y me di cuenta de hacia dónde se dirigía nuestro matrimonio. Lo cuenta en la web Médium esta mujer para compartir la experiencia que supone poner a prueba una relación con un viaje, un momento en el que la convivencia con la pareja es continua, y del que se puede sacar un conclusión inesperada.
"El hotel era precioso, la habitación acogedora, todo parecía sacado de un catálogo", relata la mujer. "Pero, al llegar, él se fue a acostar, diciendo que le dolía la cabeza por conducir. Le dije que lo dejaría descansar un rato y que me daría un paseo. Pero, cuando regresé una hora después, no estaba en la habitación. Lo llamé, pero no contestó. Luego me llegó un mensaje diciendo que se había quedado en la sauna. No le di importancia, tomé un libro y me fui a acostar", explica.
Ya a las 9.00 de la noche aún no había llegado a su habitación y la mujer le mandó un mensaje, pero la respuesta dfue que se había encontrado con un antiguo compañero y su esposa y que estaban tomado una copa juntos. "Llegó después de las 11.00 de la noche, se acostó a mi lado como si nada hubiera pasado y se durmió. Se durmió tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de preguntarle por qué me había dejado allí sola toda la noche", recuerda la mujer.
El día siguiente, sábado, fue similar. "Después del desayuno, me dijo que necesitaba un tiempo a solas y se fue. Pasé todo el día sola, en la piscina, en el centro de bienestar y luego almorzando en el restaurante. El personal incluso me preguntó discretamente si alguien vendría conmigo. Me sentí incómoda. Todo el tiempo pensé que había planeado el fin de semana para que disfrutáramos juntos, pero la realidad fue completamente distinta", concluyó finalmente.
Así que ella decidió hacer su vida: "El domingo por la mañana, recogí mis cosas y fui a desayunar sola mientras él dormía. De regreso, guardé silencio, pero no me ofendí. Me di cuenta de que este fin de semana había sido mucho más revelador de lo que imaginaba. Fue una prueba de que estábamos en lugares diferentes. Ni siquiera supe si intentaba arreglar las cosas entre nosotros o no". Aunque, claramente, la respuesta se deduce de la propia historia.