Se desata una guerra internacional por El Greco: una superpotencia y un rey autoproclamado pelean por un cuadro
El Gobierno de Rumanía y un supuesto heredero al trono se enfrentan en los tribunales de EEUU por la propiedad de una obra valorada en 9 millones de dólares.

El cuadro El martirio de san Sebastián, un óleo que representa al mártir atado a un poste y atravesado por flechas, del pintor renacentista El Greco, ha desatado una batalla judicial que ha escalado, casi, a la categoría de conflicto internacional. Paul de Rumanía, quien se autoproclama heredero del rey Carol I, quien gobernó de 1930 a 1940 un país marcado por la inestabilidad política, ha presentado una demanda en Nueva York para reclamar la propiedad de la pintura. Mientras tanto, el gobierno rumano ha conseguido que la casa de subasta Christie's retirase la obra de una subasta celebrada hace unas semanas, alegando que San Sebastián forma parte del patrimonio nacional rumano.
El gobierno de Rumanía sostiene que la obra de El Greco, valorada entre 7 y 9 millones de dólares, pertenece al Estado y que fue sacada de su territorio de manera ilegal. El primer ministro Marcel Ciolacu ha asegurado que el cuadro es "sin ninguna duda propiedad del Estado rumano" y que la administración ha puesto en marcha los trámites para recuperarlo de manera definitiva. Un memorando aprobado el 16 de enero ha dado luz verde a las acciones legales necesarias para repatriar la pieza. Hasta el 28 de febrero, la pintura seguirá bajo custodia de la casa de subastas mientras se resuelve el litigio.
Mientras tanto, en Estados Unidos, Paul de Rumanía ha iniciado acciones legales contra la casa de subasta Christie's en un tribunal de Manhattan, asegurando que el cuadro de El Greco le pertenece, asegurando que la versión del gobierno rumano es falsa. El heredero ha presentado ante la justicia varios documentos en los que quedaría demostrado que la obra permaneció durante décadas en una bóveda del banco suizo UBS en Zúrich, Suiza, y que fue vendida en 1976 por el rey Mihai a un marchante de arte en Nueva York. También asegura que no tuvo conocimiento del cuadro hasta que se anunció su subasta.
La pintura formó parte de la colección del rey Carol I, el primer monarca de Rumanía y un apasionado del arte español, quien acabó legando la obra a la Corona rumana a condición de que formase parte del patrimonio nacional. Sin embargo, tras la abdicación forzosa del rey Miguel I en 1947, el cuadro desapareció del país y más tarde se vendió, terminando en manos privadas en Estados Unidos, según la web rumana Stiripesurse.
Este no es el primer intento de Rumanía por recuperar obras de arte desaparecidas de la Colección de la Corona. En los años 80, el régimen comunista ya intentó, aquella vez sin éxito, recuperar varias piezas de la colección real. Ahora, el litigio iniciado por Paul de Rumanía complica aún más las cosas, convirtiendo lo que parecía una disputa local en un caso internacional de alto nivel. Las cortes estadounidenses tendrán la última palabra sobre el legítimo propietario de San Sebastián. Mientras, la subasta está en punto muerto.
