Un hombre ejerce de profesor durante años sin título y el Tribunal le condena a devolver 63.000 euros de salarios cobrados
Ha reconocido que enseñó "por necesidad" y que no tenía intención de defraudar.

Seguro que recuerdas la película de Steven Spielberg Atrápame si puedes, donde un joven estafador interpretado por Leonardo di Caprio se hacía pasar por médico de urgencias o piloto de avión, nada menos. Pero lo mejor es que fue un caso real y esa persona existió. Este italiano no ha llegado a tanto, pero sí ha hecho sus pinitos ejerciendo de profesor sin titulación durante años.
La historia, publicada en Tgcom24, ha tenido lugar en el norte de Italia, donde durante casi tres años un hombre de 39 años impartió clases en centros públicos de secundaria sin tener ningún título universitario.
Ahora, el Tribunal de Cuentas ha ordenado que devuelva 63.000 euros correspondientes a los salarios percibidos de forma indebida entre 2021 y 2024, al considerar probado que accedió a los puestos mediante autocertificaciones falsas.
El caso afecta al Ministerio de Educación de Italia y se desarrolló en varios institutos de las provincias de Monza y Brianza y Como. El hombre llegó a presentarse como ingeniero, asegurando haber obtenido una titulación universitaria y estar cursando una segunda carrera a través de una universidad online. Todo era falso.
Años dando clase sin haber terminado la universidad
Según la resolución del Tribunal, el hombre nunca se graduó, pero aun así ejerció como docente en distintos centros de secundaria. Él mismo ha reconocido que enseñó "por necesidad" y que no tenía intención de defraudar, una versión que no ha convencido a los magistrados.
Pero no era la primera vez. El docente ya había sido condenado previamente por falsificación ideológica, un antecedente que ha pesado en la decisión judicial. Pese a ello, logró encadenar contratos temporales durante varios cursos académicos gracias a documentación falsa.
'Coló' por una autocertificación falsa
La investigación sitúa el inicio del fraude en septiembre de 2021, cuando comenzó a trabajar como profesor sustituto de Matemáticas y Física en el Liceo Científico Marie Curie de Meda y en el Liceo Castiglioni de Limbiate.
Entre el 29 de septiembre y el 6 de diciembre de 2021, el hombre presentó una autocertificación en forma de declaración jurada en la que afirmaba haber obtenido en 2008 una titulación en Ingeniería de Gestión Logística y de Producción por la Universidad Federico II de Nápoles, con la máxima calificación, además de un máster cursado en 2011. Ya puestos a mentir...
Gracias a esta declaración, pudo seguir ejerciendo y además en otras áreas curriculares, y seguir trabajando hasta el 31 de agosto de 2022, esta vez como profesor de Informática y Tecnología en el mismo centro de Meda.
Ya puestos...: el intento de consolidar la plaza
Lejos de abandonar, en mayo de 2022 solicitó su inclusión en las listas oficiales de profesores sustitutos para los cursos 2022-23 y 2023-24, un paso clave para seguir accediendo a contratos en la enseñanza pública italiana.
Durante ese periodo permaneció en su puesto en otro centro educativo hasta el 20 de enero de 2023, cuando la administración educativa descubrió que no tenía ningún título universitario. La reacción fue inmediata: tuvo que dimitir y la Autoridad Educativa Regional procedió a excluirlo de las listas oficiales.
La sentencia subraya que no se trata solo de una irregularidad administrativa, sino de un daño económico directo a las arcas públicas y de una vulneración grave del sistema de acceso a la función docente.
El caso ha vuelto a poner el foco en los sistemas de verificación de títulos en la administración educativa italiana. Durante años, el hombre pudo trabajar apoyándose únicamente en una autodeclaración, un mecanismo pensado para agilizar trámites, pero que, en este caso, permitió un fraude prolongado.
