Un hombre vuelve a incluir uno de sus nombres en el CV y logra trabajo: "Me sentía dos personas"
Este empleado emigró de Kenia a Canadá e inicialmente cambió su nombre por las dificultades con las que se encontró.

Cuando Mwangi Wanjau, de 28 años, se fue de Kenia a Canadá en 2016 para trabajar, le resultaba complicado usar un nombre real, tenía siempre que deletrearlo, a la gente le costaba retenerlo... y todo esto le hacía sentir incómodo. Así que decidió cambiárselo simplemente por el de "James" y, además, lo puso así en su currículo cuando tuvo dificultades para encontrar trabajo, según cuenta la publicación Business Insider.
Este hombre cuenta, además, que debido a que algunas personas perciben erróneamente a los africanos como menos educados, tal vez incluso inconscientemente, comenzó a suavizar su acento y a usar jerga canadiense: "Pensé que la gente se sentiría más cómoda conmigo y pensaría que era inteligente", afirma. Dice que su intención era demostrar que había estado en Canadá por un tiempo y que no era un recién llegado. "Así que tuve una experiencia mucho mejor, inicialmente, usando 'James' en mi currículum en lugar de 'Mwangi'", señala.
Pero, en mayo de 2024, consiguió un puesto como coordinador de admisiones y premios en la universidad donde había estudiado, según cuenta. En ese momento, este hombre dice que se sentía "como dos personas diferentes": "Mi nombre de nacimiento estaba en el sistema de mi lugar de trabajo y Mwangi formaba parte de mi dirección de correo electrónico, pero me refería a mí mismo como James y usaba "James Wanjau" en mi firma. Todo un galimatías. Así que fuera del trabajo, era cuando se sentía él mismo, como Mwangi. "Ver a mis amigos me devolvía a quien era", reconoce.
Y, un día, tuvo que rellenar una encuesta en el trabajo y se encontró con que una pregunta era sobre si sentía que pertenecía a la organización. "Eso me impulsó a reflexionar sobre el uso de dos nombres. Y me di cuenta de que no sentía que pudiera ser yo mismo en el trabajo. Mis compañeros conocían mi yo comercial, no mi yo real. Por eso decidí adoptar, finalmente, el de "Mwangi" dentro y fuera del trabajo, "lo que ha sido empoderador", relata.
Lo hizo hace poco, cuando comenzó este mismo año un nuevo puesto en la misma organización. "Cuando el gerente de contratación me preguntó qué nombre quería usar, dije Mwangi, y todo cambió", dice con gran alegría.
"Así que, en conclusión", resume, "presentarme como Mwangi no ha sido fácil, pero ha sido empoderador". "Saber que no tengo que usar un nombre y una personalidad diferentes cada mañana ha sido una gran bocanada de aire fresco", añade orgulloso.
"Aunque entiendo completamente por qué alguien podría sentir que necesita cambiar su nombre para abrirse camino. Pero con el paso del tiempo, me di cuenta de que merecía tener éxito como yo mismo y no como otra persona", concluye.
