Un padre se niega a llamar una ambulancia para su hijo porque las ambulancias van caras: "Pregunté si podía conducir yo mismo"
El joven explicó que comenzó a sentir un dolor abdominal tan intenso que apenas podía mantenerse en pie.

Un joven de 25 años terminó en urgencias con el bazo roto después de que su propio padre se negara a llamar a una ambulancia pese a que él se lo suplicó. El motivo de la negativa, según relató el afectado a un medio local, fue que el hombre estaba trabajando y consideraba que una ambulancia sería demasiado cara.
El joven explicó que comenzó a sentir un dolor abdominal tan intenso que apenas podía mantenerse en pie. Cuando pidió ayuda a su padre, este no solo se negó a llamar al servicio de emergencias, sino que le sugirió que condujera él mismo hasta el hospital. “Me miró y me preguntó si podía conducir yo mismo”, contó el chico, aún sorprendido por la reacción.
Casos en los que una persona duda en pedir una ambulancia por miedo al coste no son extraños, especialmente en países donde el servicio no es gratuito. Sin embargo, es mucho menos habitual que alguien se niegue a llamar a emergencias incluso cuando la otra persona se lo pide.
El joven asegura que estaba doblado por el dolor y apenas podía moverse, pero su padre insistía en que exageraba y que no valía la pena “gastar dinero” en una ambulancia. Al final, fue un amigo quien, alarmado por su estado, llamó al 911.
Los médicos confirmaron que el joven tenía el bazo roto, una lesión potencialmente mortal que requiere atención inmediata. Los profesionales le explicaron que, de haber tardado más, su vida habría corrido un grave riesgo.
El propio afectado reflexiona ahora sobre lo ocurrido: en situaciones de emergencia, afirma, la prioridad siempre debe ser la salud. “Si alguien te ruega que llames a una ambulancia, eso es precisamente lo que debes hacer”, señala finalmente.
