Una empleada de un hotel 5 estrellas roba unos AirPods a un cliente y la geolocalización le lleva directo ante el juez que no tiembla en la sentencia

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha dictado sentencia en el caso del despido disciplinario de una empleada de un hotel de 5 estrellas que se quedó con unos  auriculares AirPods que un cliente se había dejado olvidados en una habitación. Así lo recoge el medio especializado Confilegal en una información.

En la citada información se expone que la clave pasó por que la falta de audiencia previa en dicho despido, que tuvo lugar el 12 de julio de 2022, no constituye causa de nulidad por haberse producido antes de que se consolidara la jurisprudencia. Y es que previamente, la defensa de la trabajadora había impugnado la sentencia del Juzgado de lo Social 5 de Palma de Mallorca.

Para ello había esgrimido el artículo 7 del Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que recoge el derecho del trabajador a defenderse previo despido. Sin embargo, posteriormente la justicia determinó que primaba el artículo 54.2.d) del Estatuto de los Trabajadores y el V Acuerdo Laboral de Ámbito Estatal del Sector de Hostelería, que justificaba su despido inmediato ante la falta de apropiación indebida de objetos olvidados por clientes.

La geolocalización

En este sentido, y según el mencionado artículo, cuando la empleada se quedó con dichos auriculares de la marca Apple, ni lo comunicó a la dirección del hotel ni los entregó después a la persona responsable, por lo que infringió el protocolo de objetos perdidos de la empresa. Eso fue el 2 de julio de 2022.

El 4 de julio, dos días después, el cliente y propietario de los auriculares contactó con el hotel y denunció la desaparición, al tiempo que presentó información sobre el paradero exacto de los AirPods gracias a la función de geolocalización. El sistema indicaba que ese dispositivo se encontraba en una vivienda -el domicilio de la trabajadora en cuestión- y en otro hotel -en el que también trabajaba limpiando-. 

La gobernanta le preguntó a la empleada y esta confesó que tenía ella los auriculares y que los traería al día siguiente para devolverlo. No fue así hasta el 5 de julio y después de recibir notificación de la dirección que se exponía a una posible denuncia. El 6 de julio, en una reunión, le dieron posibilidad de baja voluntaria para evitar el despido. Aceptó, pero después se retractó, continuando en el trabajo hasta el 12 de julio, cuando se produjo el despido disciplinario.