La Autoridad de Defensa de la Competencia italiana ha impuesto una multa de 32 millones de euros a Novamont Spa y a su empresa matriz Eni Spa, por abusar de una posición dominante en el mercado de las bolsas biodegradables, como las que se utilizan en los supermercados.

Según publica el medio griego Cibum, que ha tenido acceso a la sentencia de los tribunales italianos, esta "estrategia de exclusión de la competencia", que se llevó a cabo entre 2018 y 2023, tuvo el fin de controlar una parte significativa del mercado de biocompuestos para la producción de bolsas. En concreto, presentó cuotas del 50% para bolsas de uso general y de más del 70% para bolsas ultraligeras destinadas a frutas y hortalizas. 

De acuerdo a la legislación europea y la Justicia italiana, las bolsas deben ser biodegradables y compostables, mientras que las bolsas ultraligeras deben contener al menos un 60% de esta materia prima reciclable.

De este modo, Novamont afectó a los clientes que compran el biocompuesto para la producción de bolsas, puesto que "les obligó a abastecerse exclusivamente de su propio material"; y a las cadenas de grandes supermercados, que "se vieron obligadas a comprar sólo bolsas hechas de su material".

"Este circuito cerrado de acuerdos creó efectivamente un monopolio en el mercado e impidió la competencia, con consecuencias negativas no solo para la economía, sino también para el medio ambiente", reza la publicación. Esta competencia "podría conducir a innovaciones, productos bioplásticos mejores y más baratos", concluye.