Una mujer lleva su coche al taller, tiene que pagar un pastizal por repararlo y un giro de los acontecimientos le hace acabar con un coche nuevo
Su historia es un cúmulo de afortunadas casualidades.

Acudir al taller rara vez es sinónimo de buena noticia o suerte. De hecho, lo más normal es que, una vez salgas de hablar con el mecánico y ver cuál es el diagnóstico que hace del vehículo, toque pasar por taquilla para abonar el montante por el servicio prestado; ya sea una revisión rutinaria, la ITV o un fallo importante en el automóvil.
Sin embargo, hay algunas situaciones que solo ocurren a un pequeñísimo porcentaje de la población pero que pueden dar un drástico giro a los acontecimientos, si no que se le pregunten a una mujer danesa, de la localidad de Aarhus (Dinamarca).
Según relatan medios locales, esta mujer se vio obligada a llevar su coche al mecánico para que le arreglaran o al menos le dijeran cuál era la situación de su vehículo familiar. Lamentablemente, pasadas unas horas, las noticias no fueron buenas. Una llamada del mecánico le recomendó que no malgastara más dinero en ese vehículo, que contaba ya con muchos años y cuya reparación sería demasiado costosa para el rendimiento que podría extraerle hasta que el coche dijera 'basta' definitivamente.
Por tal motivo, la mujer ya se hizo al cuerpo de que tocaría ahorra durante un tiempo -o tirar de los ahorros conseguidos hasta el momento- y hacerse con un nuevo coche. Esta idea puede llegar a aterrorizar a cualquiera: "Una nueva letra", "empezar de cero con una nueva inversión", etc.
Pero el destino le tenía preparada una sorpresa totalmente inesperada a esta mujer. Y es que, como ella mismo confirmó a los medios, antes de ir al mecánico, adquirió un billete de lotería que, nada más finalizar la llamada con el mecánico, comprobó: y sí, el destino le había deparado una feliz noticia al premiarla con un millón de coronas (134.000 euros).
Así, la mujer no se tomó la noticia tan mal. Después de todo, contaba con un buen colchón para llevar a cabo varias inversiones: por un lado, la más urgente, era comprarse un coche, algo que hizo al instante, mientras que por otro lado, también entregó una cantidad considerable a sus hijos, destinó una parte para las vacaciones y además adquirió una casa. Todo ello gracias al boleto premiado.
Por todo ello, nada más enterarse se lo contó a sus hijos, que no la creyeron y le pidieron que dejara de "decir tonterías". Sin embargo, su madre no estaba vacilando, y en esos momentos se trataba de una mujer con una posición económica envidiable.
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