Una pareja gasta 15 euros por persona a la semana en comida pero su técnica no es para todos
Siguen a raja tabla las técnicas del aprovechamiento de los alimentos.
Más del 60% de los españoles gasta más de 200 euros al mes en alimentación de acuerdo al estudio ‘Conductas sostenibles de la población española’, realizado por la entidad de banca ética Triodos Bank. La cantidad dista mucho de la que ha conseguido gastar semanalmente una familia de Finlandia: 15 euros por persona a la semana -25 euros en invierno- teniendo en cuenta que según un estudio realizado en 2022 por Universidad de Turku y el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar (THL) reveló que en el país el gasto en comida de una pareja adulta en torno a los 45 años se situaría en 479 euros al mes.
El presupuesto de la pareja Juurikivi está en torno a los 120 y los 200 euros mensuales, muy por debajo de la media. El secreto de su enorme ahorro en alimentación radica en que aprovechan al máximo los recursos que les ofrece la naturaleza así como en el proceso de conservación que aplican a los alimentos. 90 litros de arándanos en el congelador y comprar un ciervo entero para todo el año, descuartizarlo y congelarlo son buenas pruebas de ello.
Tal y como recoge el medio Helsingin Sanomat, ambos disponen de terrenos donde plantan patatas y manzanas que les sirven hasta bien entrado el invierno. Minna Juurikivi, quien es chef de profesión, afirma que en las tiendas de alimentación hay que ir con los cinco sentidos puestos en los precios y sostiene que muchos de los productos que allí venden se pueden elaborar en casa fácilmente.
Sumado a ello, a la hora de acudir a los supermercados, siempre se decantan por los de etiqueta roja, con descuento, especialmente con el pan: "Cuando lo congelas y lo sacas de la tostadora rebanada por rebanada para comer, es como si estuviera fresco", subraya Minna.
El congelador también se ha convertido en un gran aliado para sus objetivos de ahorro, que comenzaron en 2005 cuando su hipoteca les ahogaba financieramente hablando. También echan buena mano de guarniciones baratas para hacer sus platos más contundentes: "Les añado pan rallado y sémola de soja a las hamburguesas de carne picada. Al final, solo tienen un 30 % de carne", señala Tomi Juurikivi.
Entre todas estas prácticas, nacen comidas nutritivas a muy poco coste. Y es que, aunque se les puede tachar de no respetar las pautas oficiales de sanidad por consumir algunos productos pasada su fecha de caducidad, afirman que "tus sentidos son los mejores, el olfato y el gusto revelan mucho".