Una vecina de León dice 'basta' al progreso tecnológico y deja a medio pueblo sin Internet: "Salieron para impedir que se conectase nada"
Un apagón digital que se prolongó durante días.

Hoy convivimos con Internet de tal manera que resulta casi imposible imaginar la vida cotidiana sin él: trabajamos, estudiamos, nos comunicamos y hasta vigilamos la salud de nuestros mayores a través de la red. Por eso, cualquier interrupción del servicio deja de ser una simple molestia para convertirse en un problema real. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en un pequeño municipio de la montaña leonesa.
Un pequeño conflicto vecinal ha terminado por apagar la conexión a Internet de Los Barrios de Gordón después de que una vecina, molesta porque los cables de fibra discurrían por la fachada de su casa, los cortara dejando sin conexión a toda la localidad. Lo que comenzó como una disputa particular por la instalación de una caja de registro derivó en un apagón digital que se prolongó durante días y afectó por igual a familias, autónomos y negocios locales.
Varios vecinos consultados por medios locales sostienen que el incidente se remonta a hace ya más de un mes, cuando los técnicos llegaron al municipio para intentar instalar o reparar líneas. En aquella ocasión, los propietarios de la vivienda protestaron e impidieron que se realizara la conexión. Días después aparecieron los cables cortados, lo que obligó a muchas familias a quedarse sin servicio hasta que las empresas reubicaron los cajetines.
Un servicio muy importante
El corte ha tenido consecuencias prácticas y económicas. Isidro, un autónomo que volvió al pueblo para emprender hace un año, explica que su actividad depende de la red y que la ausencia de conexión le impide trabajar y cobrar. “Al principio no hubo problemas, pero hace un mes intenté conectarme a través de una compañía y cuando vinieron los técnicos salieron los dueños de la casa para impedir que se conectase nada”, cuenta sobre el incidente en declaraciones recogidas por 20 Minutos.
Otra afectada, María José, cuenta que su madre utiliza un avisador de emergencias conectado por Internet, un dispositivo que le permite solicitar ayuda de inmediato en caso de caída o cualquier complicación médica. La interrupción del servicio dejó el aparato completamente inoperativo y la obligó a desplazarse a León porque no podía quedarse sola sin ese sistema. “Ella anda muy mal y no puede salir a avisar a nadie si le pasa algo”, lamenta.
Según algunos vecinos, el origen del enfrentamiento está en una caja de registro que se instaló en la fachada sin el consentimiento de la familia, lo que ha derivado en una disputa judicial. Por su lado, el Ayuntamiento autorizó a la Policía Local a acudir a la vivienda para solicitar formalmente que se permita el acceso a los técnicos y restablecer el servicio cuanto antes. El alcalde insiste en que ya han planteado una alternativa, instalar un poste frente a la casa para desviar el cableado, pero recuerda que estos trámites requieren tiempo.
