Datos para comprender por qué abril parece julio

Datos para comprender por qué abril parece julio

Mario Picazo y Mar Gómez explican a El HuffPost los entresijos de un mes de récord para mal justo al comienzo de lo peor de esta racha térmica impropia de primavera.

Varias personas soportando el calor de Madrid en una imagen de archivoAnadolu Agency via Getty Images

Se suceden las alertas, casi al mismo ritmo que los récords de temperatura. Si abril parece julio, qué pasara en julio se pregunta una sociedad cada vez más concienciada y preocupada por el calentamiento global. Al calor impropio de estas fechas se le suma una sequía contumaz que ya está costando muchos cultivos y mucho dinero. Y, entre este jueves y mañana, aún queda lo peor por pasar.

No es una 'ola de calor' propiamente, pero en estas horas España afronta el pico de una racha térmica sofocante… que parece ser la antesala de un verano aún peor que de costumbre.

Mario Picazo y Mar Gómez, meteorólogos de eltiempo.es explican, en un reducido encuentro con El HuffPost y otros medios, las claves del tiempo 'loco' que está marcando un abril de récord para mal.

Lo primero, ¿hasta cuando va a durar esta tendencia?

La previsión marca un cierto "alivio térmico" a partir del sábado por la llegada de un frente por el oeste. Esto, explica Mar Gómez, empezará a notarse en esa zona y en el norte, dejando algo de la esperada lluvia. Sobre todo se sentirá en la cornisa cantábrica y parte de Navarra, además de zonas de Aragón y Cataluña.

Sin embargo, el mismo sábado será duro en el litoral mediterráneo, con Murcia llegando a los 37 grados y otros puntos en registros elevados.

El respiro será mayor y más generalizado el domingo, con una bajada a registros más 'primaverales', con temperaturas rondando los 25º. Eso sí, se podrán rondar los 30 en todo el tercio sur peninsular.

Decenas de máximas por toda España

Según los datos combinados de eltiempo.es y AEMET, hasta la media tarde de este miércoles 26 de abril, ya se han batido más de 20 récords en distintos puntos de medición del país -principalmente aeropuertos, tanto en las temperaturas 'pico' como en unas mínimas demasiado elevadas.

Así, los datos más llamativos llegan en numerosos puntos de Andalucía, donde abril suele golpear con fuerza pero no con la intensidad con la que lo está haciendo en 2023. En Sevilla el mercurio ha llegado a los 36,4ºC, uno más que el anterior tope. Aún peor en Morón de la Frontera, con una marca de 37,1. En Córdoba aeropuerto se han marcado 35,1ºC, superando la anterior máxima de 34, y en otro aeródromo, el de Jerez, también se han rebasado en más de un grado las anteriores marcas, con 35. Igualmente, Huelva y Granada han marcado nuevos hitos térmicos.

Pero el problema alcanza a zonas muy alejadas. Por ejemplo, los aeropuertos de Zaragoza y Lugo, donde han marcado las mínimas más altas jamás anotadas en un abril, desde que hay registros, poco después de la Guerra Civil. En la capital aragonesa la mínima recogida en un día ha sido de 15,9ºC, por los 14,2º de la ciudad gallega.

Y eso es hasta el miércoles. El apretón de temperaturas de jueves y viernes promete desbordar estas marcas.

A qué se deben estos registros

Dos son los culpables principales de la sequía y las anomalías térmicas: los anticiclones y las dorsales cuyos efectos se retroalimentan.

Los primeros, una figura habitual en casi cualquier 'parte' meteorológico "bloquean" el paso de las borrascas atlánticas que durante los meses de invierno y primavera suelen llegar a España y descargar, explica Mar Gómez. Más allá del bloqueo, la estabilidad que generan impiden la formación de nuevas nubes 

En cuanto a las dorsales, cada vez más recurrentes en nuestro día a día, estas se forman en los niveles más altos de la atmósfera y 'empujan' al aire seco, que al llegar a la superficie se calienta aún más y dispara los termómetros. 

No hace falta ni preguntar: no, esto no es normal

"No puede serlo, hay variaciones de hasta 15 grados para este periodo", explica Mar Gómez en su encuentro con los medios. Su compañero de eltiempo.es Roberto Granda lo explica utilizando el concepto de 'periodo de retorno', una figura cada vez más habitual en las explicaciones de los meteorólogos.

Se trata de un cálculo estadístico teórico que permite conocer cada cuántos años se alcanza o supera un umbral establecido. Y añade que ante la falta de datos históricos más allá de décadas, los patrones establecen que las temperaturas marcadas en abril en Madrid, Sevilla o Zaragoza no deberían darse en un plazo de entre 100 o 200 años.

Pero el cambio climático está haciendo habitual lo que hace no tanto era excepcional.

Ni gota en la atmósfera ni en el suelo

"Desde el 1 de enero a mediadios de abril, numerosas localidades no han registrado lluvias significativas. Esto son más de 100 días y las que no llegan a 100 se quedan en 90 o en 80 o...", confiesa entre lamentos Mario Picazo.

Los embalses lo sufren. El último informe del 25 de abril marca un desalentador "41,9%" de media en España, cinco puntos menos que el año pasado. "Y esto es un 35% menos que la media en los últimos 10 años", prosigue el conocido meteorólogo. 

Y añade que "no son sólo los embalses". "Hay que mirar el agua que tenemos en el suelo y España es uno de los países que mayor estrés hídrico muestra en su vegetación", con la mitad del país en alerta. "Una primavera seca provoca suelos secos para los siguientes meses y ante la falta de agua en el ambiente, no se pueden formar nubes de precipitación", remata.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.