Este es el día que las lluvias llegarán al fin al Parque Nacional de Doñana

El Parque Nacional de Doñana está en peligro por una sequía que parece imparable, al menos para el final de la primera y todo el próximo verano. La falta de precipitaciones y la sobreexplotación del acuífero, el Doñana se muere de sed. Las más de 50.000 hectáreas, que comprenden entre las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva, están en grave peligro. El agua ha creado una disputa entre los agricultores de la zona, y la amenaza de sequía se ha agrandado debido a la escasez de lluvias.

Los embalses de la cuenca se encuentran a una capacidad del 25,5% del valor total, es decir, más de un 35% inferior a la media de los últimos 25 años. Así se ha podido saber gracias a la imagen captada el pasado mes de marzo por Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea.

La agricultura del Doñana ha sufrido drásticos daños como la ausencia de vegetación en tan solo un año de diferencia, con cuerpos de agua secos. Este problema se ha extendido al panorama político, pues el Gobierno andaluz del PP quiere legalizar los regadíos en el Parque Nacional, pero la Unión Europea que es insostenible y avisa de que sancionará a España si sigue adelante con la propuesta.

Una semana esperanzadora en Doñana

Las buenas noticias llegan al fin en Doñana. El tiempo indica que a partir del próximo miércoles 17 de mayo de 2023 las lluvias llegarán al Parque Nacional de Doñana en un 50% del territorio. Durante esa jornada se estima que caigan 0,1 litros por metro cuadrado. 

El verdadero y potente día en el que se estiman buenas cantidades de precipitaciones es el día siguiente. El jueves lloverá en un 90% del territorio de Doñana con hasta 4,3 litros por metro cuadrado. Las lluvias se repetirán el viernes y el sábado hasta en un 80% del territorio con un clima tormentoso.

El domingo 21 de mayo las precipitaciones se tomarán un descanso hasta el próximo lunes, donde volverá a llover hasta en un 60% del territorio. Puede considerarse hasta un milagro debido a la sequía prolongada que vive España y, aunque estas lluvias no arreglen todo el problema, si servirá al ecosistema de Doñana a reponer energías ante una escasez cada vez más persistente.