Científicos estadounidenses descubren ríos y lagos que desafían las leyes de la naturaleza
Pudiera parecer que la naturaleza está regida por unas sólidas y rígidas reglas. Sin embargo, unos investigadores han estudiado nueve ríos y lagos que no se ajustan a los principios hidrológicos estándar.

La naturaleza sigue siendo un elemento apasionante en el que indagar y descubrir cosas que el ser humano desconoce. La norma dice que que los ríos siguen una ruta predecible -provienen de las montañas y en ocasiones terminan en los mares, lagos o embalses-. Pese a ello, científicos estadounidenses han descubierto que algunos de ellos se rigen por sus propias normas e, incluso, que no debería ser posible.
Los ríos y lagos no se ajustan a los principios hidrológicos estándar que determinan el movimiento del agua en la Tierra. Uno de los más impactantes es Casiquiare en América del Sur, que conecta las cuencas del Orinoco y el Amazonas. El río en cuestión distribuye el agua a diferentes afluentes y divide la corriente en varias direcciones. Todo ello pendiente prácticamente plana, lo que hace de este fenómeno algo prácticamente inaudito en la naturaleza.
El río Wayambo en Surinam es otro caso que alberga una difícil explicación: se puede mover tanto hacia el este como al oeste desentendiendo de la lluvia y los cambios que ejerce el ser humano en su corriente. Pero sin duda, el caso de extrañez que se lleva la palma Echimamish en Canadá que, aseguran los investigadores, fluyen en dos direcciones a la vez.
Los científicos, además, señalan que cada río tiene un carácter único y con características particulares. Además, se pueden ver influenciados por las precipitaciones, el ser humano y otros fenómenos que alteren el devenir del agua. "Lo que tienen en común es que muestran cuánto tenemos que aprender todavía sobre los sistemas dinámicos de agua de la Tierra", señalan los investigadores absortos en el estudio de estos fenómenos.