David Trueba dice algo sobre el franquismo que quizá habría que poner en los colegios tras la encuesta del CIS
"Para el 21,3% de la población aquellos años fueron "buenos o muy buenos".
David Trueba, escritor y director de cine, ganador de tres Premios Goya, Premio Nacional de la Crítica y columnista de El País, ha contado varias anécdotas personales que dan idea de lo que era vivir en el franquismo, justo en un momento en que para el 21,3% de la población aquellos años fueron "buenos o muy buenos".
Esos datos aparecen en el último informe del Centro de Investigación Sociológicas (CIS), que refleja también que para el 65,5% los años de la dictadura fueron "malos o muy malos". El punto medio de lo "regular" es del 6,1%.
En una entrevista en La 2, Trueba explica que en su último libro, Mi 69, ha querido "contar lo importante que ha sido para ti el entorno en el que has crecido".
"En primera instancia tu entorno familiar, el de tu casa, tus padres, tus hermanos, qué estaban viviendo, en qué momento estaban. No es lo mismo, como es mi caso, nacer el pequeño de ocho hermanos, que a lo mejor ser hijo único. No es lo mismo hacerlo en un barrio obrero bastante miserable de Madrid", subraya.
Tendencia censora con "buena voluntad"
"Esa libertad por ejemplo con la que yo crecía gracias a que mis hermanos mayores habían abierto muchísimas puertas, derribados muchos muros en casa. Y luego también la sociedad española de aquel entonces. Yo le tengo mucho agradecimiento, de verdad, a haber vivido un tiempo en el que el franquismo agonizaba y nacía una cosa que no sabíamos lo que era, que se llamaba libertad y que entonces incluso era más libre que hoy, porque nadie quería ser censor", apunta.
"Ahora me encuentro gente que, incluso con buena voluntad, tiene una cierta tendencia censora", lamenta antes de contar algo sobre su padre que da muy buena idea de cómo fueron las cosas en el franquismo.
"Mi padre era un agricultor de un pueblo de 40 habitantes de Valladolid y lo habían reclutado, o habían llevado a la guerra y lo habían hecho de Falange. Se había puesto a pegar tiros allí en el monte pensando que estaba defendiendo, y lo creyó siempre, la Iglesia católica, la propiedad privada y que estaba defendiendo a España de la llegada del comunismo, cosa que me parece bastante razonable para una persona como era él", recuerda.
"En recuerdo de mis años de ignorancia"
"Yo sabía que había vuelto al pueblo tiempo después y se había enterado un poco de la represión en la zona y que había roto incluso el carné de Falange siendo una persona que siempre fue de derechas y franquista. Y muchos años después yo discutía con el porque conocía que la historia no era exactamente la que mi padre había vivido, sino que mi padre, como buen personaje real, estás metido dentro de tu momento y no sabes ver el con texto general", recuerda.
"Y él siempre me decía: 'Tú estudias en los libros lo que yo he vivido en la realidad'. Y un día, siendo ya un poco más mayor, entró en mi habitación y me dijo: 'Toma hijo, tú que eres el único que te interesa'. Me regaló ese viejo carné de Falange con una nota que él había metido dentro: 'A mi hijo David en recuerdo de mis años de ignorancia".