Desirée, española tras 10 años viviendo en Noruega: "Gané independencia económica y confianza, pero he pasado muchas Navidades sola viendo la televisión llorando"
"Emigrar no es ganar o perder, es elegir un tipo de vida sobre otro"
Emigrar es una de las decisiones más duras de la vida. Supone romper con tu tierra, con los tuyos, en un viaje muchas veces sin retorno, y en un periplo muchas veces obligado por la necesidad. No es el caso de esta española emigrada a Noruega, aunque sí el de tantos otros en busca de una vida mejor, de mayor calidad de vida. ¿Se arrepiente de irse a un país tan bello pero tan distinto a España? No, pero ha "pasado muchas Navidades sola viendo la televisión llorando".
"Después de 10 años viviendo en Noruega, hoy quiero ser brutalmente honesta". Así comienza el vídeo en TikTok, en su cuenta hallonoruega. Comienza por los pros, destacando que ganó en "independencia económica, calidad de vida y muchísima tranquilidad". Es lo que buscan realmente quienes emigran allí.
Allí tiene libertad e independencia: "de poder permitirme lo que quiera, hacer lo que quiera", relata, y añade a modo de reflexión que "ver el mundo desde otro sitio, desde fuera, te cambia para siempre". Pero "sobre todo gané mucha confianza", insiste.
Las risas y los lamentos de quienes emigran
Y de los pros, a los contras, que ya imaginarás que tiene mucho que ver con la vida cotidiana y los suyos. Tuvo que adaptarse "a una cultura, a un idioma" y entender "mi sitio en el país".
Pero lo peor es la morriña de la familia y amigos: "Lo malo, lo que perdí: navidades, cumpleaños, fechas importantes", y el "día a día de mi familia", lamenta. Añade que "he pasado muchas navidades sola" y que "cuando vuelves no es igual", pierdes "esa sensación de hogar", y entras en ese estado de no ser de ningún lado: "En España soy la que se mudó a Noruega" y en Noruega "la española que vive aquí".
"Lo volvería a hacer"
Con todo ello en la coctelera la pregunta del millón es si lo volvería a hacer y su respuesta es rotunda: sí. . Tiene claro que volvería a hacerlo y que no volvería a España: "Emigrar no es ganar o perder, es elegir un tipo de vida sobre otro", reflexiona. A pesar de los lloros y momentos difíciles, alejada de lo suyo y los suyos, el balance es positivo.