Un catedrático en Seguridad Vial despeja las dudas sobre lo que supone conducir a 33 grados
"Hoy en día se considera el aire acondicionado como un elemento de seguridad", ha afirmado Luis Montoro.

El catedrático en Seguridad Vial Luis Montoro ha sido el encargado de elaborar un informe sobre alcoholemia y conducción, sobre cuyas conclusiones ha hablado en los micrófonos de la Cadena SER. Además, ha despejado las dudas sobre lo que supone conducir con altas temperaturas.
A los efectos ya conocidos sobre la atención, el tiempo de reacción, la visión y la percepción del riesgo se suma ahora que cada vez son más las personas que se ponen al volante tras haber consumido psicofármacos. Estos ya son un riesgo por si solos, pero combinados con alcohol u otras drogas son una bomba.
A todo esto, según ha resaltado el experto, se suma también lo que supone conducir con temperaturas extremas, como las que han asolado España desde junio. Montoro ha explicado que conducir con una temperatura por encima de 33 grados tiene efectos muy similares a conducir borracho.
"Un calor fuerte, que pase de los 33 o 34 grados es equivalente a un 0,5 o 0,7 de alcoholemia. Eso demuestra que el aire acondicionado, como el reposacabezas, que se empezó a poner como un elemento de lujo, hoy en día se considera el aire acondicionado como un elemento de seguridad", ha asegurado.
Según los datos del informe, un 35% de muertos en accidente de tráfico tenían alcohol en sangre, un 22% alcohol y otras drogas y un 15% habían consumido algún tipo de psicofármacos. Su combinación con esos otros elementos puede ser, ha agregado Montoro, una auténtica bomba.
