Basescu sortea su destitución en Rumanía por la escasa participación en el referéndum

Basescu sortea su destitución en Rumanía por la escasa participación en el referéndum

Traian Basescu se ha librado de la destitución por segunda vez en cinco años. El presidente de Rumanía podrá seguir en el cargo gracias a que no se ha logrado la participación necesaria en el referendum celebrado el domingo para destituirle. Según la Oficina Electoral Central, solamente un 45% de la población ha votado, cuando la legislación rumana exige que para que la votación sea vinculante la participación sea de, al menos, un 50% de los 18 millones de electores. Con todo, un 87% de los votantes se ha pronunciado en contra del presidente.

De confirmarse estos datos, previsiblemente este lunes por la tarde, Basescu podrá volver al palacio presidencial y agotar allí su mandato, que expira en 2014.

Basescu fue suspendido de sus funciones el pasado 6 de julio, al ser acusado de violaciones graves de la Constitución por el partido del primer ministro rumano, Víctor Ponta. Su partido, la Unión Social Liberal (USL), consiguió que el Parlamento le suspendiera con el voto favorable de 258 legisladores, 41 más de los necesarios. La decisión fue ratificada por el Tribunal Constitucional.

Ponta llegó al poder el pasado 7 de mayo tras derrocar con una cuestión de confianza al Gobierno anterior, fiel al presidente rumano. El primer ministro recortó algunas competencias del Constitucional y destituyó también a los presidentes del Parlamento y el Senado. Esto alertó a Bruselas hasta el punto de que acusó a Bucarest de violar el Estado de Derecho. Desde este episodio, el Gobierno de Ponta vive una guerra abierta con el presidente rumano.

GOLPE DE ESTADO

Poco después de conocer los datos, Basescu ha comparecido ante los medios de comunicación para proclamar su victoria y atribuirla al rechazo de la sociedad al supuesto "golpe de Estado" orquestado por el primer ministro. Además, y en base a los sondeos publicados por la prensa rumana, que apuntan a que la mayoría de electores estaban en contra de la suspensión, Basescu ha cuestionado la legitimidad de Ponta para permanecer en su cargo.

Ponta, por su parte, ha asegurado que su ejecutivo respetará la decisión del Tribunal Constitucional sobre la validez del referendum, pese a que los aliados conservadores del presidente llamaron al boicot para que no se alcanzara la participación necesaria en la polémica consulta.

LA UE, ALERTA

El referendum ha sido seguido muy de cerca por la Comisión Europea, que ha criticado duramente la manera en que el Gobierno de Ponta ha procedido para forzar la destitución de Basescu. La UE tiene gran influencia sobre Rumanía, ya que hay contribuído al préstamo concedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), estimado en unos 5.000 millones de euros.

La destitución del presidente forzaría al país, el segundo más pobre de la UE, a celebrar elecciones legislativas el próximo otoño, lo que paralizaría la actividad política y aumentaría el gasto público en un momento en que el país intenta mantener la ayuda del FMI.