La 'marea azul' de la tropa de Rajoy
"¡Joder, qué tropa!", llegó a decir Mariano Rajoy sobre los líos internos en el partido cuando lo lideraba en la oposición.De todo aprende uno y el hoy presidente del Gobierno ha reunido a sus milicias durante tres días en Valladolid para hacer terapia de grupo con la vista puesta ya en las elecciones europeas. No quiere problemas, el ruido tiene que quedar oculto bajo la alfombra de la ‘unidad’ y ya ha llegado la hora de empezar a sacar pecho.
La Convención Nacional que el PP ha celebrado durante este fin de semana ha supuesto la vuelta del Rajoy más peleón, la recuperación de las viejas promesas y una sesión de autoconvencimiento de que en España se debe “reconocer” lo que se dice fuera de ella.
Tres jornadas que comenzaron con el ‘paseíllo’ por las instalaciones de los tres vicescetarios del partido (Javier Arenas, Carlos Floriano y Esteban González Pons) con los tambores de guerra sonando tras el portazo de Aznar y el abandono del partido de Alejo Vidal-Quadras y que han acabado con un Rajoy crecido pidiendo a sus dirigentes que cuenten a toda España lo que han visto en este ‘retiro espiritual’ en el Auditorio Miguel Delibes.
¿Qué ha pasado para evolucionar así? Todo un baño de reivindicación frente a los que quieren arrancarles “un puñado de votos” (palabra de Carlos Floriano) y frente a los que no admiten sus reformas. “O te callas o reconoces el mérito de la gente”, ha llegado a decir Rajoy al líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba.
ORGULLO AZUL
Los populares han vuelto a impregnarse de su color azul. Si en otras ocasiones han jugado con el color del partido y hasta hubo una época en la que se pasaron al naranja en su estética, en Valladolid han dado brillo a su gama cromática. Una auténtica “marea azul”, como diría el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel.
“Es el PP o la nada”. La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, cuestionada por algunos sectores por su gestión, sabía que se jugaba mucho en el cónclave como organizadora principal y no estaba dispuesta a perder. Ella era la encargada de calentar motores y, según ha confesado, está muy satisfecha con el desarrollo del festival del PP.
Tan lanzada se ha sentido, que ha sido la primera que ya ha pedido a los españoles su “confianza” (tradúzcase como “voto”) este domingo para las elecciones europeas. El presidente del Gobierno ha ido más allá y ha admitido su convencimiento de que los populares volverán a ganar los comicios del 25 de mayo.
NO HAY NADA MÁS LINDO QUE LA FAMILIA UNIDA
¿Rupturas, fracturas, divisiones? El PP ha insertado la palabra unidad en cada discurso, en cada declaración, en cada intervención. “Decid, para que lo sepan todos, que España tiene un partido a su servicio, que es el vuestro; un partido fuerte porque está unido”. Esta ha sido la orden directa que ha trasladado Rajoy a los presentes.
Más frases para el argumentario. Javier Arenas ha defendido que la unidad es "un patrimonio que tenemos que preservar, cuidar, mimar todos los días, porque lo importante es que dediquemos el cien por cien de nuestros esfuerzos a la sociedad”, mientras que Cospedal ha asegurado que “todos somos el Partido Popular”.
Esta apelación llegó hasta de manera casi mística. Carlos Argos, que fue secretario general de AP, desveló en uno de los actos de la convención que el presidente fundador del partido, Manuel Fraga, le dijo un día: “Dile a Mariano que preserve dos cosas por encima de todo: la unidad del partido y la unidad de España”.
APLAUSOS A GOLPE DE IMPUESTOS
No hay cosa que pueda hacer mejor Rajoy para animar a los suyos y provocar aplausos que volver a la promesa de la bajada de impuestos. Los populares han desenterrado el discurso de la herencia recibida para justificar medidas como la subida del IRPF, algo que en principio era incompatible con el ADN de Génova.
A partir del año que viene toca bajar los impuestos, aunque no se sabe bien en qué consistirá esta reforma fiscal. El presidente del Gobierno decidió calentar el sábado la convención anunciando un descenso “sucesivo” de tributos que arrancará en 2015. De ahí no se ha movido mucho y en su intervención final se ha quedado en que se hará conforme al programa. Habrá que esperar a que se acerquen más los comicios europeos…
Además de promesas, también había que hacer relato -esa palabra tan de moda entre los políticos-. Esta es la versión poética de lo que ha pasado en España según Rajoy: “Recibimos el país como si fuera un páramo. Improductivo, sí, pero no porque fuera un pedregal estéril sino porque estaba abandonado. Sabíamos que era fértil, muy fértil, y que volvería a demostrarlo en cuanto recibiera atención y cuidados”.
DEFENSA DE LAS VÍCTIMAS
“Donde siempre”. El PP ha tenido que reivindicar su política antiterrorista durante los tres días. En este complicado ejercicio de fuerza había que escenificar el apoyo a las víctimas del terrorismo frente a los embates que han llegado desde la derecha más dura y de algunas personalidades tan influyentes en el espacio conservador como María San Gil.
Ese debate genera pesadillas entre los populares. Para ello han guardado un lugar especial a la lucha antiterrorista en cada discurso y dedicaron el sábado un homenaje a todas ellas con la proyección de un vídeo. Pero, sobre todo, le han puesto rostro a ese respaldo en las figuras de María del Mar Blanco, Pilar Elías y Manuel Giménez.
Los populares también han convertido este cónclave en un continuo apoyo a la nueva líder del partido en el País Vasco, Arantza Quiroga. La mayoría de dirigentes ha hecho explícito su respaldo a la dirigente, que pone cara a la nueva generación de populares vascos que tuvo a Antonio Basagoiti como primer referente. Ha sido uno de los rostros más buscados por las cámaras y que más aplausos ha recibido cada vez que se mencionaba.
'PASILLEANDO'
Y la política también se hace en los pasillos y con gestos e imágenes. La líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, a la que el plenario ha dedicado una gran ovación cuando Rajoy ha mencionado este domingo la situación de Cataluña, ha sido una de las figuras que más se ha visto entre las bambalinas de la Convención y la que más se ha acercado a los micrófonos fuera de los actos programados.
Ella fue la primera y la única voz que hubo del partido hablando sobre la reforma del aborto el día en el que el Tren de la Libertad llenó Madrid hasta que habló el ministro Alberto Ruiz-Gallardón. El sábado por la tarde, el titular empañaba el sueño de aquellos que están luchando para evitar que se apruebe la polémica reforma impulsada por Justicia y avisaba de que no "abdicará" de esta ley.
A muchos de los presentes les provocó una gran sorpresa la aparición en el cónclave de Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal y en plena polémica política por su contrato “en diferido” por Liberbank. La secretaria general ha dicho en la última semana que era un tema personal, pero si alguien cree que se amilana, allí estaba su esposo en primera fila.
Rajoy también ha ‘pasilleado’ estos día’ y se ha sumergido en un mundo de aplauso y saludos populares que no suele recibir en la calle. Para aquellos que llaman aburrido a Rajoy, el presidente les ha deleitado con imágenes con Google Glass y hasta rodeado de los cachorros de Nuevas Generaciones sentado en un sofá hablando por videoconferencia.
Claro, que si se las pone Rajoy, Esperanza Aguirre no tarda ni un día y se pasea con las futuristas gafas delante de los reporteros gráficos. Eso sí, de hablar con los medios, ella poco. Se ciñó a su cumbre ultraliberal con el ministro de Economía, Luis de Guindos, a quien le propuso sus diez recetas económicas muy al gusto de la City de Londres.
Mucha política... pero también ha habido tiempo para que Valcárcel confesara a los periodistas su pasión por la Historia del Arte y para que el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, loara los productos de su tierra que comieron Rajoy y sus barones como el pan lechuguino de Valladolid y el ponche segoviano.
Los populares ya se han reivindicado durante tres días encerrados en el Auditorio Miguel Delibes. Ahora toca emprender ‘el camino’ de las europeas. Aunque falta una cosa… todavía no tienen candidato. Eso a la vuelta, en Madrid. Son cosas de la ‘villa y corte’.