Los investigadores, sin poder acceder con normalidad a la zona del siniestro del avión

Los investigadores, sin poder acceder con normalidad a la zona del siniestro del avión

Un grupo de expertos de la OSCE se convirtió este sábado en el primer equipo internacional en acceder al lugar donde hace dos días fue derribado el avión malasio en el este de Ucrania, en medio del temor por la posible destrucción de pruebas y el robo de cadáveres denunciado por Kiev.

Mientras, la canciller Angela Merkel y el presidente ruso, Vladímir Putin, se han puesto de acuerdo en la necesidad de crear una comisón de investigación internacional e independiente. France Presse indica que dicha investigación estaría bajo la supervisión de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), dependiente de Naciones Unidas, citando un comunicado del gobierno alemán.

"Ambos líderes se han puesto de acuerdo para que una comisión internacional, independiente bajo la dirección de ICAO pueda tener un rápido acceso al lugar del accidente para esclarecer las circunstancias del derribo y acceder a los cuerpos de las víctimas", rezaba el comunicado del Gobierno alemán.

Según pudo constatar Efe, los investigadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) se internaron en el campo abierto junto a la localidad de Grabovo, en la región de Donetsk, donde permanecen desperdigados los cuerpos de las 298 víctimas del siniestro y los restos del avión.

El grupo, al que este viernes le fue denegado el acceso, consiguió visitar la zona a pie tras mantener una discusión con los milicianos armados que custodian el lugar, aunque se quejó de las trabas que les pusieron los rebeldes prorrusos.

LA DISCUSIÓN CON LOS REBELDES

"Si ustedes no me dejan hacer mi trabajo me quejaré a (Alexandr) Borodái (líder de los insurgentes prorrusos)", se dirigió a un comandante de las milicias el suizo Alex Hug, jefe de la misión internacional de la OSCE para Ucrania.

Tras casi media hora de discusión, los expertos se resignaron a seguir la ruta marcada por los milicianos, que les impidieron abandonar la carretera que corta en dos el descampado salpicado por los restos de la tragedia con la excusa de no obstruir el trabajo de los servicios de rescate.

Dos días después del accidente, algunos cuerpos todavía permanecen en los asientos del avión, según la cadena CNN, que cuenta con presencia en el lugar.

No se tiene constancia de la presencia de equipos forenses ni de recuperación de cuerpos y los únicos cambios perceptibles tienen que ver con el equipaje de los pasajeros, que ha sido apilado al lado de los restos.

"Es el mayor escenario de un crimen ahora mismo, y está custodiado por un puñado de tipos uniformados, armados hasta los dientes, y muy poco hospitalarios", ha declarado el portavoz de la OSCE Michael Bociurkiw.

KIEV ACUSA

Mientras, el Gobierno ucraniano cargó contra Rusia y acusó al país vecino de ayudar a los separatistas "a destruir las pruebas de un crimen internacional".

"Los terroristas, con ayuda de Rusia, intentan destruir las pruebas de un crimen internacional. Nos dirigimos a la comunidad internacional e instamos a Rusia a retirar a sus terroristas para permitir a los expertos ucranianos e internacionales a investigar las circunstancias de la tragedia", dice un comunicado del Gobierno ucraniano.

"Milicianos armados alejaron a los equipos de rescate y los dejaron sin medios de comunicación. Cargaron los cuerpos en un camión como sacos. Según los milicianos, se disponían a llevarlos a la ciudad de Donetsk", señaló a su vez una fuente del Gobierno de la región donde tuvo lugar el accidente, citada por medios ucranianos.

El 'primer ministro' de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Aleksander Borodai, ha asegurado por su parte que los separatistas no han tocado la zona, aunque ha expresado su inquietud por la descomposición de los cuerpos ante las altas temperaturas que afectan a la zona.

"Los cuerpos de personas inocentes yacen pese al calor. Nos reservamos el derecho, si continúan los retrasos, (...) a iniciar el proceso de retirada de los cuerpos. Pedimos a la Federación Rusa que nos ayude con este problema y envíe a sus expertos", ha afirmado Borodai en rueda de prensa desde Donetsk.

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

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Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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