Israel ha destruido proyectos de cooperación española en Palestina por valor de dos millones de euros
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Israel ha destruido proyectos de cooperación española en Palestina por valor de dos millones de euros

THOMAS COEX / AFP

Antes del 3 de agosto, 37 casas y cabañas del poblado palestino de Susia (sur de Cisjordania) van a ser demolidas por orden de Israel. 91 personas quedarán sin techo. Hay 45 niños entre ellas. Parte de las viviendas, de su red de saneamiento y del apoyo legal que reciben sus vecinos para luchar contra un desalojo forzado de la que es legalmente su tierra lo ha pagado el Gobierno español, a través de sus proyectos de cooperación.

Aunque los diplomáticos españoles en la zona se han desplazado a Susia para protestar, junto a otros colegas europeos que también ponen fondos, por ahora no hay avances. Si llega el derribo, el dinero sembrado se habrá perdido. No es el primer caso, ni mucho menos, pero siempre acaba igual: una queja a Israel, un comunicado de condena, pero ni una represalia seria.

El caso de esta villa cercana a Hebrón -de la que hay constancia escrita desde 1830, cuya gente ha sufrido ya tres desplazamientos forzosos, a cuyas puertas crecen, con las mejores infraestructuras, las colonias ilegales de Israel- ha devuelto a primer plano el problema de lo que Israel destruye y no paga, de lo que no da cuenta ni explicaciones ni mucho menos compensa económicamente a los Gobiernos occidentales por unas decisiones que siempre justifica por razones de seguridad nacional.

Según los datos facilitados por fuentes diplomáticas en Jerusalén a El Huffington Post, sólo entre los años 2001 y 2009 y sólo en Gaza, Israel ha dañado o destrozado cerca de 70 proyectos de cooperación que contaban con dinero europeo, con una pérdida de 33,9 millones de euros. Estas mismas fuentes añaden que habría que sumar "al menos" cinco millones de euros más por destrozos más recientes, sobre todo causados por la Operación Margen Protector, que arrasó la franja de Gaza el pasado verano con 5.300 ataques.

(Puedes seguir leyendo tras la foto...).

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Una niña, en el poblado de Susia que Israel quiere demoler.

Entre esos 70 proyectos hay nueve levantados por España o en los que ha colaborado el Gobierno de Madrid. El dinero perdido en estos casos se acerca a los dos millones de euros, 1.942.700 euros, exactamente.

La cifra ha de ser forzosamente mayor, ya que hay cuatro infraestructuras de las que se desconoce por ahora cuánto se había invertido y una quinta en la que el gasto se ha computado como global, sumando a todos los donantes. Se trata del aeropuerto internacional de Gaza, absolutamente destrozado tras tres bombardeos en 2001 y 2002, en el que se han enterrado 9,5 millones de euros pagados por España, Alemania y Suiza.

Y a eso habría que sumar los desgastes en Cisjordania, el otro gran territorio palestino junto a Jerusalén Oriental, como el derribo que ahora se afronta en Susia.

Este es el listado de proyectos afectados:

  • Aeropuerto Internacional de Gaza: 9,5 millones de todos los socios perdidos por daños entre 2001 y 2002 (España tenía planeado aportar 39,5 millones de euros, más 31 de Alemania y 782.000 euros de Suecia).
  • Proyecto de seguridad alimentaria y creación de empleo en Gaza: 56.000 euros perdidos. Destrozado en 2006.
  • Escuela Elemental y Secundaria para niños Al Awda, en Gaza: 35.300 euros perdidos. Dañada en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).
  • Instituto Hispano-Palestino de Gaza: 67.400 euros perdidos. Dañado en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).
  • Orfanato Al Karameh de Gaza: 620.000 euros perdidos. Dañado en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).
  • Infraestructuras del Programa de apoyo de emergencia y generación de empleo para hogares encabezados por mujeres a través de la agricultura y la industria artesanal: pérdida desconocida. Dañado en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).
  • Infraestructuras del Programa de mejora de medios de subsistencia de hogares agrícolas mediante la diversificación de la producción de hortalizas y plantas medicinales: pérdida desconocida. Dañado en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).
  • QHIPA I y II, Infraestructuras del Programa rápido y de alto impacto de alivio de la pobreza y creación de empleo: 1.164.000 euros perdidos. Dañado en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).
  • Infraestructuras del Programa Regional de Oriente Medio para la Gestión Sostenible de los Recursos Naturales: pérdida desconocida. Dañado en la Operación Plomo Fundido (Navidad de 2008-2009).

España es uno de los países que, en número de proyectos, más dañado se ve por el desgaste israelí, tras Alemania, que ha visto cómo las bombas acababan con 17 de sus iniciativas en Gaza. Hay 5 de Suecia, 4 de Francia, 5 de Holanda, 2 de Austria y otros tantos de Dinamarca, más 1 de cada abonados por Bélgica, Finlandia, Noruega, Italia, Grecia y Luxemburgo.

A ellos se suman otros siete de la Comisión Europea y uno más del Banco Europeo de Inversiones, es decir, con dinero de todos los socios comunitarios.

"ISRAEL GOZA DE IMPUNIDAD"

Desde la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), su portavoz, Xavier Abu Eid, explica que la inversión de la comunidad internacional en la construcción de dos estados, el israelí y el palestino, tiene que basarse en dos "canales paralelos", el político y el de la cooperación. "Y no puede ser que a Israel se le permita destruir el primero y también el segundo, sin que haya ninguna consecuencia", se lamenta. "Los ataques a los proyectos de cooperación evidencian que no hay interés por parte de Israel en la solución de dos estados", abunda.

Reconoce que "ningún diplomático" de los que contactan a diario con las autoridades palestinas es impasible ante la destrucción de proyectos pero, "sin embargo, la falta de acción es evidente". "Israel goza de total impunidad", insiste. Toca insistir en la estrategia "internacionalista" del Gobierno de Mahmud Abbas. "No podemos decidir por otros estados, pero ahora tenemos la opción de ir a la Corte Penal Internacional", apunta.

Palestina reconoció este Alto Tribunal en primavera y, aunque no ha enviado aún casos de denuncias por crímenes de guerra, de lesa humanidad o genocidio, sí le ha hecho llegar documentos informativos.

En el caso particular de España, Abu Eid aplaude que sea uno de los países "que más se involucra" con la cooperación en Palestina -600 millones de euros desde 2005-. "Ahí empezó el Proceso de Paz de Madrid, es el primer país europeo que visitó el presidente Yaser Arafat, pero a Madrid le pedimos como a otros gobiernos: que traslade sus condenas a acciones concretas", reclama.

La UE sigue estudiando la posibilidad de castigar a Israel etiquetando claramente los productos que llegan de las colonias ilegales en suelo palestino -en las que, asegura la ONU, residen más de medio millón de personas-, para que el consumidor pueda elegir si los compra o no. Para la OLP la medida "es de agradecer" pero no son los compradores los que tienen que discernir, sino que, "directamente, deberían no dejarse entrar esos productos en la Unión". Por ahora tampoco hay ni fecha prevista para que Bruselas aborde de nuevo este debate.

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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