LVMH pierde la paciencia con Donna Karan

LVMH pierde la paciencia con Donna Karan

GTRESONLINE

Para el grupo de lujo LVMH fue un todo en uno: presentar resultados trimestrales y vender la firma Donna Karan. Fue una sorpresa mayúscula en el mercado, que esperaba cierta paciencia por parte de los ejecutivos de la multinacional del sector del lujo más importante del mundo. Pero el grupo presidido por Bernard Arnault ha demostrado en muchas ocasiones que, cuando menos te lo esperas (y más en tiempos de turbulencias económicas), el balance cuenta, y mucho. Un año después de la reestructuración llevada a cabo en la cúpula de Donna Karan para intentar reactivar las ventas, la francesa vende la marca al grupo estadounidense G-III por 592 millones de euros. G-III es un conglomerado que aglutina marcas como Calvin Klein, Tommy Hilfiger o los bañadores de lujo masculinos Vilebrequin.

Con la venta se pone punto y final a uno de los sueños de su fundadora, la neoyorquina Donna Karan, que siempre quiso formar parte del trasatlántico mundial del lujo, algo que consiguió en 2001.

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Donna Karan y la modelo Heidi Klum en 2014

Donna Karan es una de las diseñadoras más icónicas de Estados Unidos. Esta talentosa mujer logró crear una empresa y una marca que se ha identificado durante décadas con la mujer profesional neoyorquina. Un estilo que rápidamente se expandió por el mundo: trajes de chaqueta de falda y pantalón de líneas rectas y estilizadas para ir elegante y cómoda al trabajo, versátil para la oficina y para reuniones after-work. Una combinación perfecta entre elegancia y sofisticación para enfrentarse al mundo profesional mas competitivo, como llegó a decir de sus colecciones Anna Wintour, directora de Vogue en Estados Unidos.

De hecho, el éxito fue tal que con la creciente competencia en el sector y la apuesta por las millennials, Donna Karan creó una linea más juvenil para las recién llegadas al mundo laboral. DKNY, con precios más asequibles, abrió su flagship en la Gran Manzana. Sin embargo, su éxito no ha sido el previsto. A ello se ha unido la evolución creativa de la diseñadora, que últimamente se inspiraba en moda africana muy colorida que intentaba competir con el llamado NY Black Code, algo que nadie ha conseguido. La mujer profesional estadounidense y sobre todo la neoyorquina no sale del traje pantalón o de chaqueta en tonos oscuros y camisa blanca. Vestidos negros —little black dress— siguen siendo obligatorios en cualquier fondo de armario. Cambiar esa tendencia es cambiar al cliente, y el cliente no ha acompañado a Donna Karan. Ni quien es capaz de pagar mil dólares por un traje de chaqueta de la marca original ni las millennials que han huido a marcas como Michael Kors, Tory Burch o Coach.

Una vez que LVMH ha vendido Donna Karan, el resto de sus multinacionales están bajo revisión. Los resultados del gigante francés durante el primer semestre del año se vieron afectados por la crisis económica, la volatilidad monetaria, la caída de las ventas en China Continental y los atentados terroristas en París, lo que ha provocado un descenso del turismo y, por ende, de las compras de los turistas.

Aunque desde la multinacional lo niegan, hay otras marcas relevantes cuyo comportamiento en ventas también está sufriendo y que podrían ser susceptibles de venderse en los próximos meses. LVMH cuenta con 70 marcas que generan unos ingresos anuales superiores a los 4.000 millones de euros. Entre ellas se cuentan Louis Vuitton y Moet Chandon —que le dan nombre— Givenchy, Dior, Loewe, Pucci, Kenzo, Benefit, Guerlain, Chaumet, De Beers, Bvlgari o Sephora.

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