Trump lo ha vuelto a hacer: un desaire a una mujer. Ha sido en la tradicional misa por la nueva presidencia que se celebra en la catedral de Washington, a su llegada, cuando ha saludado al vicepresidente Michael Pence y ha ignorado a la mujer de este, Karen Pence.
Este ha sido el momento, en el que la mujer de Pence se ha quedado con cara de no saber muy bien qué hacer al ver cómo la ignoraba Trump.
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