El 'sanchismo', segunda temporada

El 'sanchismo', segunda temporada

Llamadas de Iglesias, avisos de Rajoy y la recomposición de los barones

Los tres candidatos se dan la mano el domingo en FerrazEFE

"Presidente, presidente", "sí es sí", "militancia democracia". Los cánticos de los afiliados de este domingo en Ferraz siguen resonando en la cabeza de Pedro Sánchez. Este lunes 22 mayo de mayo ha comenzado la segunda temporada del 'sanchismo'. Ni los más optimistas llegaron a pensar en una victoria frente a Susana Díaz por más de 15.000 votos.

Comienza un nuevo tiempo en el PSOE, marcado por la proclama de Sánchez de "volver a ser el partido de la izquierda". Una formación en la que las bases han dejado claro que ya no obedecen a los aparatos y que no convierten en votos lo que les dicen las viejas estrellas de Felipe González, Alfonso Guerra o José Luis Rodríguez Zapatero. Los afiliados buscan épica después de nueve años marcados por los recortes, el descontento por el último Gobierno socialista, la luchas cainitas y una abstención no digerida a nivel de las casas del pueblo.

Sánchez ya es secretario general electo. Le toca convivir unas semanas con la Gestora, que se disolverá al arrancar el próximo congreso del partido el 17 de junio. Entonces ya podrá formar su Ejecutiva y arrancar con todos los poderes su segundo mandato. Una nueva temporada con un Sánchez totalmente diferente al aupado por el establishment en 2014.

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Este lunes ha decidido desaparecer ante los focos, tomarse un día alejado de las cámaras tras los intensos meses que ha vivido. Según fuentes de su entorno, Sánchez se ha dedicado a hacer algunas llamadas, a mandarse mensajes con sus compañeros y a correr.

Y ahora le toca enfrentarse a varios de los retos que marcarán este nuevo periodo: la situación de división de un partido resquebrajado durante este proceso, el modelo de oposición, la relación con Unidos Podemos y el rol del PSOE en el endiablado terreno parlamentario con el eterno fantasma del adelanto electoral.

LA CONVERSACIÓN CON IGLESIAS

Entre las llamadas que ha mantenido este lunes destaca una con Pablo Iglesias. El líder de Unidos Podemos le ha dado la enhorabuena y, además, le ha puesto sobre la mesa una oferta: está dispuesto a retirar su moción de censura contra Mariano Rajoy si los socialistas registran otra.

Fuentes cercanas a Sánchez no precisan la respuesta de Sánchez, aunque relatan que los dos líderes han conversado sobre la "situación de España y comparten que es insostenible la situación del PP, cercado por la corrupción, en el Gobierno". Los dos han coincidido en que "respetan las estrategias diferentes de cada organización sobre cómo hacer oposición al PP". Durante la conversación, Iglesias y Sánchez se han emplazado a seguir "dialogando de manera continua y a mantener una relación fluida", han apuntado las fuentes.

La moción de Podemos, registrada el pasado viernes y la nueva oferta, será uno de los primeros grandes temas de Sánchez. En los últimos días, el nuevo secretario general ha rechazado la opción de apoyar a Iglesias en una sesión de investidura. Esto puede suponer el primer brete para el madrileño, que es consciente, según varios 'sanchistas', de que uno de sus grandes retos será cómo gestionar la ilusión creada durante la campaña y su promesa de llevar al partido a una ribera más izquierdista.

RAJOY, SUS TIEMPOS Y LAS ELECCIONES

En este terreno hay otro importante actor, conocido ya por él y que se detestan: Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno ha tratado la llegada de Sánchez a la Secretaría General con el Comité Dirección del PP. Rajoy ni le ha telefoneado. ¿La razón? "Para no molestarle", ha contestado ante la estupefacción y las risas de los periodistas durante una comparecencia en la calle Génova.

No obstante, Rajoy ha lanzado la idea ante los españoles de que no va a haber un adelanto electoral, no piensa disolver las Cortes (desde este mes de mayo ya lo puede hacer). El líder popular ha remarcado que, "tras lo vivido" y "el disparate de 2016", hay que apostar por la "estabilidad, la solidez, la sensatez y el sentido común".

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EL AVE DE VUELTA DE DÍAZ

Retos fuera... y muchos dentro. Sánchez ha decidido guardar silencio a lo largo del día. Sí ha hablado Adriana Lastra, diputada por Asturias y coordinadora de su campaña. Sus críticas iban dirigidas principalmente a los barones. En su opinión, los líderes regionales que no apoyaron a Sánchez y que han perdido en sus autonomías deberían pedir "disculpas a la militancia". En su punto de mira están Ximo Puig (Comunidad Valenciana), Javier Fernández (Asturias), Javier Lambán (Aragón), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha).

La derrotada Díaz ha vuelto hoy a Sevilla. La andaluza empieza a asumir la nueva situación. El AVE tenía billete de vuelta. Precisamente, en la estación de Santa Justa ha declarado: "Ahora lo que toca es centrarnos en Andalucía y colaborar y ayudar a Pedro Sánchez en lo que nos pida". El PSOE andaluz ha avanzado este lunes que tiene previsto convocar primarias a finales de junio y su congreso ordinario durante el mes de julio. Díaz previsiblemente concurrirá. De esta manera, pretende placar rápidamente al sector crítico, que ya ronda el 31% (a tenor de los resultados de este domingo).

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Los barones afines a Díaz han empezado a relajar el tono, cercados por la debilidad que han evidenciado en las primarias. El secretario general del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha felicitado a Sánchez por su "victoria rotunda y brillante" y le ha ofrecido "toda" su "ayuda" y "disposición". Por su parte, Puig ha señalado la "victoria inapelable" de Sánchez, de quien ha dicho que es su secretario general y "desde la lealtad" van a trabajar y ayudar para que el partido tenga una alternativa "potente y amplia". Ahora, como dije el sábado, a recuperar la concordia y la unidad", ha añadido el aragonés Lambán.

Ahora se volverán a medir las fuerzas las dos almas del PSOE en los congresillos que se celebrarán los próximos días para elegir a los mil delegados que irán al cónclave socialista, donde Sánchez someterá a votación su nueva dirección.

Arranca la nueva temporada del 'sanchismo' en Ferraz. Y algunos como Josep Borrell lo han rebautizado: "A Sánchez habría que llamarle Lázaro por su resurrección política".