La bicefalia del PSOE cántabro tensiona al Gobierno autonómico

La bicefalia del PSOE cántabro tensiona al Gobierno autonómico

Los efectos de las primarias y del duelo Zuloaga-Díaz Tezanos

Pablo Zuloaga, tras su victoria en las primarias del PSOE de CantabriaTWITTER / PABLO ZULOAGA

"El PSOE no está acostumbrado a las bicefalias", una situación que "para nosotros es nueva y complicada de gestionar". Esta reflexión la hacía este mismo miércoles la propia presidenta del partido, Cristina Narbona. El motivo: la lucha interna que se vive en el PSOE de Cantabria y que se ha trasladado al Gobierno regional, fruto de un pacto entre los socialistas y el PRC de Miguel Ángel Revilla.

Y es que el proceso interno vivido este verano reverbera ahora en el propio Ejecutivo autonómico, lo que preocupa en esa autonomía y podría provocar incluso, en el escenario más extremo, un adelanto electoral.

El PSOE cántabro celebró el pasado 16 de julio primarias, imponiéndose como nuevo secretario general Pablo Zuloaga, el candidato que contaba con el apoyo de Pedro Sánchez. Por 166 votos venció a la antigua líder, Eva Díaz Tezanos, que es además la vicepresidenta del Ejecutivo autonómico.

Una nueva etapa se abría entonces al tener dos cabezas el PSOE con Tezanos como 'número dos' del Ejecutivo de Revilla y con Zuloaga como nuevo hombre fuerte en el partido, respaldado por la militancia y con nuevos aires para el socialismo. Y la división de las primarias nunca se ha superado, de hecho se ha enquistado durante estas semanas, según fuentes socialistas.

¿Qué divide a los socialistas cántabros estos días? Zuloaga ha trasladado su intención de "hacer cambios" en las consejerías que tiene el PSOE en el Gobierno: Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social (Eva Díaz Tezanos), Educación, Cultura y Deporte (Ramón Ruiz), Sanidad (María Luisa Real) y Economía, Hacienda y Empleo (Juan José Sota).

La idea de Zuloaga es que se introduzcan "cambios" en las personas en los escalafones debajo de los consejeros (directores generales y jefes de gabinete), según explican a El HuffPost fuentes de su entorno. Pero se ha encontrado con una fuerte resistencia por parte de Tezanos y Ruiz, quienes defienden a los dirigentes que los acompañan en los departamentos. La vicepresidenta y el titular de Educación, añaden desde su círculo, defienden que tiene equipos cohesionados, profesionales y que funcionan bien. En cambio, los otros dos consejeros ya han mostrado su disposición a aceptar los cambios en los escalones siguientes que quiera el nuevo secretario general.

Un choque de legitimidades en toda regla a raíz de la bicefalia. Esos puestos solo pueden tocarse si lo dictan los consejeros o el presidente Revilla (PRC). En cambio, la nueva dirección entiende que deben ser leales al partido y obedecer sobre los nuevos nombres que tiene en mente Zuloaga.

Este pulso se ha evidenciado con toda su crudeza esta misma semana. El martes, Zuloaga mantuvo reuniones con Revilla y los cuatros consejeros socialistas. Desde el entorno del nuevo líder se insiste en que le trasladó al presidente su intención de que haya cambios, pero que no dio nombres concretos. Una información publicada por El Diario Montañés va más allá y señala que llegó a pedir el cese de Ruiz. El propio consejero ha salido este viernes al paso en una rueda de prensa y ha aseverado: "Nadie me ha pedido que me marche".

  5c8a9f7f2300002f00e6d306EFE

Una lucha de poder en toda regla. Nadie sabe qué va a pasar, en los próximos días podría haber nuevas reuniones entre los protagonistas de este culebrón. Los partidarios de Zuloaga dicen que Tezanos y Ruiz no han entendido que las cosas han cambiado, que la militancia ha pedido esos cambios, que se deben al partido. En cambio, fuentes cercanas a la vicepresidenta y al consejero creen que este movimiento lo hace el nuevo líder ante la presión de muchos que le apoyaron en las primarias y ahora le están reclamando los puestos prometidos. Asimismo, partidarios de Díaz Tezanos creen que Zuloaga está intentando aislarla, más desde que ella no haya descartado presentarse a las primarias para las elecciones de 2019.

Los dos sectores públicamente intentan decir que esto no provoca inestabilidad en el Gobierno y que sigue funcionando día a día. El sector de Zuloaga precisa que lo que buscan es dar más visibilidad a algunas áreas. Pero todo esto realmente azuza todavía más el complicadísimo tablero político cántabro. Sobre la mesa, Revilla tiene la posibilidad de adelantar las elecciones. Algunos de sus rivales políticos confiesan que existe este escenario debido a la debilidad de las otras formaciones, con el PSOE y el PP fuertemente divididos internamente. La pregunta es si el jefe del Ejecutivo podría utilizar esta excusa para llamar a las urnas al verse fuerte y cumplir uno de sus sueños: ganar unas elecciones. No obstante, fuentes cercanas a Zuloaga no creen que lo haga finalmente porque no le sale rentable al quedar un año y medio para las autonómicas.

Ante lo que está sucediendo, los alcaldes socialistas han pedido también la palabra y 12 de los 19 que gobiernan en Cantabria han solicitado a Sánchez que interceda para asegurar la estabilidad en la comunidad. Y es que los socialistas vuelven a protagonizar otra lucha cainita, una costumbre instalada en el partido. "Traiciones, puñaladas traperas", como reconocen dentro del propio PSOE cántabro. "La gente de Pablo empezó con ella, como Zuloaga y Casares, les ha enseñado todo lo que saben", lamentan desde el entorno de Díaz Tezanos.

¿HABRÁ MÁS BICEFALIAS SOCIALISTAS?

Cantabria se ha convertido de esta manera en el caso más belicoso tras las primarias regionales celebradas hasta ahora. La victoria de Sánchez y el posterior congreso nacional abrió el periodo de renovación en todas las federaciones. Los barones críticos vieron peligrar esos días sus tronos tras el retorno del madrileño a la Secretaría General, pero han conseguido placar en casi todo los casos los intentos de Sánchez. Han mantenido su puesto como líderes regionales Susana Díaz (Andalucía), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Ximo Puig (Comunidad Valenciana). Este último fue el que más sufrió, al apoyar Ferraz un candidato alternativo potente que finalmente fracasó en las urnas.

Todo ello aderezado con mensajes a favor de la bicefalia desde el círculo de Sánchez como una fórmula efectiva de liderazgo en los sitios donde el PSOE gobierna. La 'número dos' del partido, Adriana Lastra, decía tras el congreso: "La bicefalia es un buen modelo". Por el momento solo se está practicando ya en Cantabria y solo está dejando más heridas en el partido.

Pero no está cerrado todavía el ciclo de los congresos regionales y la posibilidad de que se den otras bicefalias partido-gobierno regional. El PSOE aragonés convoca este mismo viernes su proceso de primarias, en las que habrá enfrentamiento entre los partidarios del presidente autonómico, Javier Lambán, y los 'sanchistas'. El actual líder podía tener complicado repetir como secretario general autonómico al comprobarse su debilidad orgánica durante las primarias nacionales (él apoyó a Díaz, pero Aragón se volcó con Sánchez). No obstante, ahora parece que repetirá en el puesto al haber rechazado presentarse la diputada 'sanchista' Susana Sumelzo y emerger como virtual candidata Carmen Dueso, una rival con menos peso.

En Castilla-La Mancha tiene que haber también congreso. Aunque el presidente autonómico y líder regional socialista, Emiliano García-Page, vinculó su futuro a Susana Díaz, también todo apunta a que volverá a presentarse tras dar más estabilidad a su Gobierno con la entrada de Podemos.

Y en un caso habrá sí o sí bicefalia: Asturias. El presidente regional, Javier Fernández, ha descartado presentarse a la reelección como líder del partido tras el batacazo de las primarias nacionales y después de unos duros meses ejerciendo como líder de la Gestora. El día 17 los socialistas asturianos votarán entre Adrián Barbón -el candidato más cercano a Ferraz a través de Adriana Lastra- y José María Pérez, más próximo a Fernández.

DEL ALMUNIA-BORRELL AL CHAVES-GRIÑÁN

Paso a paso, una experiencia complicada, como decía Narbona. En el PSOE se ha producido casos de este tipo en épocas anteriores en las que ya se evidenciaron todo tipo de tensiones. Uno de los más sonados fue la mala relación entre Joaquín Almunia cuando era secretario general y Josep Borrell ejerciendo como candidato a La Moncloa a la misma vez. Hasta el propio Felipe González tuvo que intervenir.

El modelo de la bicefalia ha costado broncas políticas y hasta personales. En la mente de muchos socialistas está el 'divorcio' que provocó entre José Antonio Griñán y Manuel Chaves. Sucedió cuando el segundo dejó la Junta y se marchó como vicepresidente en 2009 al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, dejando el Palacio de San Telmo a su amigo. Pero el expresidente andaluz no soltó entonces las riendas del PSOE-A. Aquello minó una relación de años y desembocó en una guerra hasta un forzado congreso extraordinario en el que Griñán asumió también el partido.

Años después, el PSOE no ha encontrado la fórmula mágica para las bicefalias plácidas. Los únicos que en público se atreven a dar lecciones son los miembros del PNV, en cuyo ADN está esta división de poder. El tándem Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu tiene más calmadas las aguas que sus vecinos cántabros.