Jorge Vilda, destituido como seleccionador femenino

Jorge Vilda ha sido destituido como seleccionador femenino absoluto y director deportivo. El presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha, ha comunicado este martes el despido al técnico madrileño, poniendo fin a una etapa que se sabía acabada tras la suspensión a su 'valedor', Luis Rubiales. La decisión, conocida por El HuffPost, ha sido anunciada después por la propia federación, que agradece su labor a Vilda, "clave para el notable crecimiento del fútbol femenino". 

Y a rey muerto, re(ina) puesta. El cargo lo recibe su hasta ahora número dos, Montse Tomé. De todo ello ha dado cuenta esta misma tarde Rocha al presidente del CSD, Víctor Francos, en un encuentro mitad informativo/mitad conciliador, insertado en el intento de "nueva etapa de reconciliación institucional" defendida por la RFEF post-Rubiales.

La salida de Vilda era una de las decisiones más urgentes que estaba en la mesa del nuevo mandatario del fútbol español y el comunicado no lo esconde. Se habla de "una de las primeras medidas de renovación anunciadas". En la nota se pondera su "extraordinario legado deportivo gracias a la implementación de un modelo de juego reconocido y una metodología que ha sido motor de crecimiento para todas las categorías femeninas de la selección".

El entrenador, que llevaba tiempo cuestionado desde que estalló el caso de 'las 15', consiguió rehacer a la selección femenina y, con él a los manos, convertirla en campeona del mundo. Sin embargo, el ambiente con las jugadoras ya nunca volvió a ser el mismo. El escándalo en la celebración del título, con el polémico beso de Rubiales a Jenni Hermoso y la cercanía entre directivo y técnico fueron un punto más para terminar de romper la confianza con las futbolistas.

Pero la puntilla a su etapa en el banquillo nacional llegó con la suspensión de Rubiales por parte de la FIFA. El expresidente de la RFEF fue su gran apoyo, especialmente desde el conflicto con el núcleo duro de la selección en el que Rubiales se puso absolutamente del lado de Vilda, entre comunicados y una guerra de declaraciones.

Ese apoyo se evidenció en las celebraciones por el título mundial, así como en la asamblea federativa, donde Rubiales además de no dimitir anunció su intención de renovar a Vilda por cuatro años y con un incremento más que sustancial de su ficha, pasando a 500.000 euros anuales. Especialmente sangrante para la nueva directiva y para el mundo del fútbol resultaron los aplausos encendidos y las sonrisas cómplices de Vilda mientras escuchaba a su por entonces jefe.

Sin embargo, ese contrato nunca vería la luz porque nadie en la 'nueva' RFEF apostaba ya por él. De hecho, lo que ha llegado es un despido, porque al responsable técnico aún le quedaba un año de contrato. 

Señalado por las jugadoras, aunque no de forma explícita, en su comunicado conjunto y sin el apoyo de la directiva, el tiempo de Jorge Vilda estaba cumplido. De hecho, el aún seleccionador español ya se había empezado a mover hacia posibles nuevos destinos internacionales. Entre ellos, sonaba la posibilidad de hacerse cargo de la selección femenina de Arabia Saudí.

Vilda se hizo cargo de la absoluta española en 2015, tras una exitosa etapa en la Sub-17 (2010-2014) y la Sub-19 (2014-2015), con la tarea de rehacer un equipo roto en lo deportivo y lo humano tras la etapa del extécnico Ignacio Quereda. 

Obligado a una reconstrucción casi constante en el banquillo de la selección, afrontó el cambió generacional en el fútbol femenino español y dio galones a la nueva oleada de estrellas que ha elevado el nivel hasta el olimpo mundial, no sin dificultades. La última se vivió en el mismo mundial que le coronó como campeón del mundo y aún más a raíz del beso no consentido de Rubiales y sus gestos en el palco.

En una suerte de ultimátum, hasta 81 futbolistas españolas, entre ellas todas las mundialistas, el resto de 'las 15' y otras aspirantes a llegar a la absoluta, dejaron a Jorge Vilda sin jugadoras a las que llamar para el inminente doble compromiso de la Nations League. Una cita fundamental porque en ella se dirimirán plazas para ir a los Juegos Olímpicos.

Nadie esperaba otro escenario que el cambio en los banquillos. España no tiene tiempo que perder en su enésima reconstrucción deportiva y estructural. Montse Tomé, hasta ahora segunda de Vilda y responsable de la Sub-17 es la principal candidata a encabezar el nuevo tiempo de la selección.

El comunicado de la RFEF sobre la destitución

La Real Federación Española de Fútbol, en una de las primeras medidas de renovación anunciadas por el presidente Pedro Rocha, ha decidido prescindir de los servicios de Jorge Vilda como director deportivo y seleccionador nacional femenino, cargo, este último, al que accedió en 2015. La RFEF agradece su labor al frente de la Selección y en sus funciones de máximo responsable deportivo de las selecciones femeninas, así como los éxitos cosechados durante su etapa coronados con la reciente consecución del Mundial. Ponemos en valor su intachable conducta personal y deportiva, siendo una pieza clave en el notable crecimiento del fútbol femenino en España. Durante su extensa etapa, Vilda ha sido promotor de los valores del respeto y la deportividad en el fútbol.

Desde su llegada a la Federación, Jorge Vilda ha dado un notable impulso que se refleja en los grandes resultados obtenidos. Como entrenador, alzó dos veces el Europeo sub-17 y también conquistó el Europeo sub-19, siendo la consecución del Mundial de Australia y Nueva Zelanda el mayor de sus logros. Cuando, en 2015, asumió el banquillo de la Selección, el combinado nacional estaba lejos de la élite y ahora mismo ocupa la segunda posición del ranking FIFA.

Como director deportivo, España ha ganado el Mundial sub-17 en dos ocasiones (2018 y 2022) y también alzó el trofeo en categoría sub-20 (2022). Además, en el palmarés lucen dos campeonatos de Europa sub-19 y dos Europeos sub-17, siendo la cantera nacional la más laureada en la actualidad.

Las RFEF quiere expresar su gratitud a Jorge Vilda por los servicios prestados, por su profesionalidad y su dedicación durante todos estos años, deseándole para el futuro los mejores éxitos. La RFEF se queda con un extraordinario legado deportivo gracias a la implementación de un modelo de juego reconocido y una metodología que ha sido motor de crecimiento para todas las categorías femeninas de la selección.