Así queda el nuevo accionariado de Telefónica tras la entrada de Saudi Telecom

Así queda el nuevo accionariado de Telefónica tras la entrada de Saudi Telecom

La participación de la compañía árabe supera a las de BBVA, BlackRock y CaixaBank.

Sede de Telefónica en Madrid.Europa Press via Getty Images

Cambios muy importantes en el accionariado de Telefónica con la operación que se ha hecho pública este martes, en la que Saudi Telecom (STC Group), el principal operador saudí, ha adquirido una participación del 9,9% en la teleco española por un importe total de 2.100 millones de euros.

De esta forma, la firma árabe pasa a convertirse en el mayor accionista de Telefónica, ocupando un lugar de privilegio que poseía hasta hoy BBVA, que cuenta con el 4,87% de los derechos económicos.

En concreto, según indica el sitio web de Telefónica, la lista de principales accionistas de la compañía queda a partir de este martes de la siguiente forma: Saudi Telecom (9,9%), BBVA (4,87%), BlackRock (4,48%) y CaixaBank (3,50%).

Respecto a la operación, cabe destacar que ese 9,9% tiene una clara intención: eludir el denominado ‘escudo antiopas’ con el que el Gobierno tiene que autorizar las inversiones extranjeras en empresas estratégicas que alcancen el 10% del capital.

Telefónica ha hecho público el acuerdo a través de un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En el documento se precisa que la inversión de STC Group se ha realizado mediante la adquisición de acciones representativas del 4,9% del capital social de Telefónica y de instrumentos financieros que confieren una exposición económica sobre otro 5% del capital social de Telefónica.

Asimismo, en el texto se detalla que la compañía saudí obtendrá los derechos de voto correspondientes a ese 5,0% mediante la liquidación física de los referidos instrumentos financieros tras la obtención de las autorizaciones regulatorias necesarias.

En cualquier caso, pese a la mencionada posición de máximo accionista de Telefónica, Saudi Telecom ha resaltado que no tienen intención de adquirir el control o una participación mayoritaria en Telefónica. “Se trata de una gran oportunidad de inversión que nos permite utilizar nuestro sólido balance y mantener al mismo tiempo nuestra atractiva política de dividendos”, ha asegurado la empresa.