El banco le pide cuentas a una jubilada tras caer en una estafa: la pensionista contraataca y el tribunal elige bando
El número de fraudes bancarios online ha crecido con fuerza en Polonia: en solo seis meses se registraron más de 15.000 casos, según los datos del Banco Nacional.

Una jubilada de Breslavia, Polonia, ha logrado ganarle un pulso judicial a su banco después de ser víctima de una estafa a través de internet. Todo, según la página de noticias Interia Biznes, empezó cuando los delincuentes se hicieron pasar por una firma de inversión y la convencieron para inscribirse en un curso online, supuestamente gratuito. En el proceso de registro, los estafadores le enviaron por correo electrónico un enlace que, al pincharlo, instaló un programa espía en su ordenador, con el que accedieron a sus datos personales, como el número PESEL (equivalente al DNI polaco) y a los datos de su cuenta bancaria.
Mientras la víctima seguía conectada al curso, los estafadores usaban toda la información personal de la jubilada polaca para pedir un préstamo de unos 11.500 euros a su nombre. La mujer se dio cuenta de la estafa después de recibir un mensaje de su banco en el que le notificaban una operación que no había autorizado. Alarmada, acudió de inmediato a la sucursal más cercana de su entidad bancaria con la idea de presentar una reclamación y, también, una denuncia en la policía. Sin embargo, el dinero ya se había transferido desde su cuenta a la de los delincuentes, aunque primero fue a parar a la de otra mujer, víctima también del engaño, y desde allí, acabaron por repartirlo entre varias cuentas en Suiza.
El banco rechazó la reclamación de su cliente al considerar que la transferencia bancaria se había realizado correctamente, en condiciones normales para estas operaciones: no se rompieron sus sistemas de seguridad y se completaron todos los pasos para autentificar la identidad del titular de la cuenta bancaria, como el nombre de usuario, la contraseña y el código de verificación que se envía al teléfono móvil del propietario. A pesar de ello, la entidad le reclamó el pago del crédito a la mujer, que se negó a asumir. El caso acabó en los tribunales y el juez le dio la razón a la clienta, al considerarla víctima de una estafa que se ejecutó con técnicas de ingeniería social.
Más de 64 millones en fraudes online en seis meses
Según el citado medio polacos, los fraudes en internet se han disparado en Polonia estos últimos meses. El abogado Wojciech Mędraś, experto en este tipo de litigios, recuerda en el diario Rzeczpospolita que son "muchos los clientes" de las entidades polacas "no saben que pueden exigir la devolución del dinero, incluso cuando no se identifica al estafador”.
Los datos del Banco Nacional de Polonia (NBP) reflejan un aumento alarmante de estas estafas bancarias. Solo entre el segundo y el tercer trimestre de 2024, el valor de las transacciones fraudulentas ha superado los 64 millones de euros, con más de 15.000 casos en todo el país. Aunque este tipo de estafas es menor respecto al uso fraudulento de tarjetas de crédito, el impacto económico es muchísimo mayor: el importe medio robado con tarjetas ronda los 57 euros, mientras que las transferencias no autorizadas ascienden, de media, a más de 2.000 euros.
En un 86,6 % de los fraudes bancarios, los estafadores emplearon métodos de manipulación psicológica para convencer a los clientes de que realizaran la operación por voluntad propia. Se hicieron pasar por empleados del banco, agentes de policía o supuestos asesores financieros, generando confianza para que la víctima completara la transacción sin darse cuenta de que estaba siendo engañada.
