Los fabricantes de automóviles y Donald Trump pactan la reducción de sus aranceles
Trump ve este alivio arancelario como una ayuda a corto plazo: "Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición".

La Casa Blanca ha confirmado este martes un pacto con los fabricantes de automóviles en EEUU en el que se acuerda reducir el impacto de los aranceles que la Administración del presidente Donald Trump impuso sobre las importaciones de vehículos. Los actuales, del 25% sobre los importados se mantendrán, pero las nuevas medidas evitarán que otros aranceles que afectan a esa industria, como los que se aplican al acero y al aluminio (del 25% también) se "acumulen" sobre los demás, ha señalado un portavoz de la Casa Blanca a la cadena NBC News, después de que esta mañana la portavoz de la Administración, Karoline Leavitt, adelantase a los medios que Trump firmaría hoy una orden ejecutiva relacionada con los aranceles que se aplican a la industria del automóvil, aunque no reveló los cambios específicos incluidos en el texto.
La confirmación del alivio arancelario llega después de que el secretario de Comercio de EEUU, Howard Lutnick, asegurase a la CNN que el pacto negociado con los fabricantes de coches "representa una gran victoria para la política comercial del presidente (Trump), ya que recompensa a las empresas que fabrican en el país y, al mismo tiempo, da vía libre a los fabricantes que han expresado su compromiso de invertir en EE.UU. y expandir su producción nacional". Lutnick tampoco especificó ni las condiciones ni el contenido que se han recogido en esos acuerdos.
"Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo. Si no consiguen piezas, no queríamos penalizarlos", señaló el presidente de Estados Unidos a la prensa de camino a Detroit (Míchigan), considerado el centro de la industria automotriz estadounidense y donde Trump celebrará los primeros 100 días de su segundo mandato.
Según han precisado después varios miembros de la Administración a la prensa, el primer año se ofrecerá un reembolso del 15% a quienes fabriquen sus vehículos en el país para compensar el costo de los aranceles. Ese reembolso sería del 10% el segundo año, dando a los fabricantes tiempo para trasladar la producción de partes a Estados Unidos. Esas rebajas se aplicarían tanto a empresas nacionales como extranjeras con fábricas de automóviles en suelo estadounidense. Los gravámenes actuales del 25 % sobre los autos importados se mantienen, pero la medida anunciada ahora alivia su impacto.
El lunes, The Wall Street Journal informaba de que Trump anunciaría una nueva estructura de gravámenes para los automóviles importados que evitaría una subida de los aranceles en vigor desde inicios de abril.
Entre los países más afectados por estos aranceles están Alemania y Japón, junto a sus vecinos México y Canadá, aunque en el caso de estos dos últimos los componentes de automóviles fabricados en esos países están exentas temporalmente de los gravámenes.
Los expertos afirman que el arancel del 25% podría aumentar el costo de fabricación o importación de automóviles en miles de dólares por unidad, además de reducir la oferta de vehículos disponibles para la venta. En 2024, EE.UU. importó productos del sector automovilístico por valor de 475.000 millones de dólares, de los que casi la mitad fueron vehículos.