La multa que te caerá si el gestor se despista y comete este error con la declaración de la Renta
Con la llegada de la campaña de la declaración de la Renta 2023-2024, puede que te estés planteando pedir ayuda a un gestor para que te solucione los pasos más complejos. Ten en cuenta por eso que el profesional puede cometer algún error que pase desapercibido.
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Nos encontramos en plena campaña para la declaración de la renta 2023-2024. Como es habitual, millones de contribuyentes se disponen a cumplir con su obligación ante la Agencia Tributaria, en un procedimiento que suele resultar complejo para la mayoría.
Para evaluar el ejercicio fiscal del año 2023, no debemos olvidar que existe la opción de recurrir a asesorías en lugar de gestionar el proceso por nosotros mismos. Aquellos que optan por la primera alternativa, común entre autónomos y pequeñas empresas, cuentan con la ventaja de minimizar posibles errores, aunque estos pueden surgir en algún momento del proceso.
Es importante señalar que, aunque los errores durante el proceso de revisar y enviar la declaración de la renta puedan derivar de la labor del gestor, el contribuyente sigue siendo responsable de cualquier multa que se imponga. La sanción recae sobre el titular que firma la declaración. No obstante, de acuerdo con lo establecido en la Ley 58/2003, que regula las relaciones entre la Administración tributaria y los contribuyentes, estos últimos tienen derecho a reclamar ante la asesoría.
El error más común y su multa correspondiente
Las multas pueden originarse por diversas razones, siendo el domicilio fiscal un factor común en muchos casos. Este dato permite identificar al contribuyente, ya sea una persona física o jurídica, por lo que es fundamental asegurarse de que esté correctamente registrado en los documentos enviados a Hacienda.
Entre las razones que pueden acarrear multas se incluye la falta de actualización del domicilio fiscal tras un cambio. Por lo tanto, si en los documentos presentados figura la dirección anterior, esto puede ocasionar una multa de 100 euros. Además, se consideran más graves los fallos en la autoliquidación del impuesto sobre la renta, las cuales pueden conllevar sanciones que oscilan entre 150 y 250 euros.
