Santiago Niño Becerra ve el fenómeno que está ocurriendo en los restaurantes y da su veredicto
Muy unido a los vaticinios de Juan Roig, dueño de Mercadona.
El economista Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramon Llull de Barcelona y uno de los pocos expertos que vaticinó la crisis de 2008, ha dado su opinión sobre un fenómeno que se está viviendo en la hostelería y, que según algunos datos, podría ir creciendo en los próximos años.
El consumo de los platos preparados en los hogares ha crecido un 22% en volumen y casi un 60% en valor desde 2019, según los datos de consumo alimentario en el hogar del Ministerio de Agricultura, recogidos por El País.
Eso entra en conflicto con la hostelería, contra la que estos productos compiten de una u otra forma. De hecho, según un informe reciente de KPMG y la asociación Marcas de Restauración, el 55% de los operadores ya ven a la distribución como competencia directa y un 63% cree que el tráfico en los restaurantes va a caer en las comidas principales del día.
Al hilo de esos datos, Niño Becerra ha apuntado que "el razonamiento está claro": "Comprar comida cocinada ahorra mucho tiempo, tanto en la adquisición de los ingredientes como de preparación, pero en mi opinión ahorra otra cosa: dinero".
"Cada cual debe decidir"
Dicho eso, el economista sube una imagen que él mismo ha tomado en una tienda del área de Barcelona que vende comida cocinada y que conforma un menú del día por 9,25 euros.
Niño Becerra subraya que en "la zona de Barcelona no es posible encontrar un restaurante que ofrezca un menú como el expuesto a ese precio": "Adquirir los ingredientes y elaborar ese menú en casa, además de requerir unos conocimientos y de consumir tiempo, añadiendo la energía eléctrica o el gas empleados en la elaboración, supera el precio de ese menú".
"Eso sin considerar que hay que limpiar los utensilios de cocina y de vajilla utilizados en su elaboración y consumo, y si la tarea de limpieza la realiza un lavaplatos, hay que haberlo adquirido y consumirá energía y detergente", añade Becerra.
El augurio de Juan Roig
El economista concluye que lo que "cada cual debe decidir es el grado de confianza que todas las opciones le reportan: comida preparada, restaurante o elaboración propia, tanto en cuanto a los aditivos que incorporen, como la higiene en la elaboración, y algo tan personal como el sabor que cada cual le reporte".
Todo ello está muy relacionado con un vaticinio del dueño de Mercadona, Juan Roig, quien aseguró que en el año 2050 en los hogares españoles dejará de haber cocinas porque ya no serán tan necesarias por culpa de la falta de tiempo y de la comida preparada que venden los supermercados.
Niño Becerra ya se pronunció ese parecer al señalar: "Para cocinar (en plan doméstico) hay que conocer ciertas técnicas, disponer de tiempo, tener un espacio y, puede que sea lo más importante, disfrutar cocinando. Cada vez el conocimiento de tales técnicas es menor, el escaso tiempo del que se dispone hay que repartirlo entre más opciones (tal vez más apetecibles que cocinar)".
Espacios decrecientes
Además, el economista subrayó que cada vez "los espacios son decrecientes, y menos personas disfrutan cocinando".
"Hasta aquí la realidad. Pero si se ofrece una alternativa real y funcional que 'resuelve' todo lo anterior, más personas la adoptarán, por lo que la profecía tiene todo a favor para convertirse en autocumplida. O sea, que es posible que suceda lo que se apunta", sentenció Niño Becerra.