El sutil y genial cambio de Biden en el Despacho Oval
Ha sido una de sus primeras decisiones.
Nada más llegar a la Casa Blanca, Joe Biden comenzó a marcar distancias con su predecesor, Donald Trump, tomando una serie de importantes decisiones: ha devuelto al país al Acuerdo de París, ha evitado que abandone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha pedido el uso de la mascarilla frente a la Covid-19.
Horas después de haber jurado el cargo firmó 17 órdenes ejecutivas en esta línea y, en el plano estético, también introdujo una serie de cambios en la oficina más importante del mundo: el Despacho Oval.
Lo primero que ha hecho ha sido colocar los bustos de dos activistas por los derechos humanos y, en concreto, por la igualdad racial: Martin Luther King y Rosa Parks. También ha puesto una piedra lunar, símbolo de hasta dónde pueden llegar los estadounidenses, entre otros detalles.
En lo que nadie había reparado hasta que lo hizo el periodista Tom Newton Dunn es en que ha eliminado algo muy de Trump: el botón rojo de encima de la mesa. Su función no tenía que ver con ninguna emergencia ni alarma nuclear: sencillamente llamaba a un mayordomo para que le sirviera una Coca Cola light. Ese botón, instalado en una caja de madera junto a los teléfonos, ya no está.
Trump, de quien se ha dicho que podía llegar a beber 12 de estos refrescos al día, era aficionado a bromear con sus visitas. En un libro, un exasesor contó que les decía que con el botón podía activar el arsenal nuclear, de repente, lo pulsaba.
“Sin saber qué hacer, los invitados se miraban unos a otros con las cejas arqueadas. Momentos después, un mayordomo entraba a la habitación con un vaso lleno de Coca-Cola light en bandeja de plata, y Trump se echaba a reír”, recoge EFE.