El programa de ayuda a las mujeres de Ivanka Trump estaba plagado de fallos

El programa de ayuda a las mujeres de Ivanka Trump estaba plagado de fallos

¡Sorpresa!

Ivanka Trump, durante una visita oficial a Lima (Perú) en 2018.MARCOS BRINDICCI via REUTERS

Ivanka Trump presentó a las autoridades de EEUU un programa de ayudas a mujeres que no había por dónde coger. Plagado de fallos, inconcreto y confuso. Así lo han desvelado medios como Politico, que explican que la agencia de la Administración de EE UU que controla la rendición de cuentas del Gobierno (conocida como GAO, siglas en inglés) ha elaborado un informe demoledor en el que da cuenta de este desaguisado.

La hija del expresidente Donald Trump, su ojo derecho, ha sido asesora de la Casa Blanca durante cuatro años pero nunca nadie sabía bien en qué estaba metida, salvo en hacer lobby para los intereses de su familia. Como dice Vanity Fair, siempre estaba “convenientemente de vacaciones” cuando había crisis y en el caso de las mujeres, públicamente lo que hizo fue bloquear derechos de las mujeres, de los reproductivos y sexuales a los económicos.

La Iniciativa para la Prosperidad y el Desarrollo Global de las Mujeres (W-GDP, siglas en inglés), que estaba dotada de 265 millones de dólares al año para cubrir, al menos, 19 proyectos, debía dar voz a las mujeres y empoderarlas. La mitad de los fondos, afirman las informaciones, debía ir para apoyar a las mujeres y la otra mitad, al sector más pobre de esa población.

Pero la GAO ha desmontado el teatro con tres críticas brutales, que han hecho imposible a USAID -la principal agencia gubernamental que se encarga de la cooperación en el exterior- desarrollar el plan de Ivanka. La primera, que no ha podido identificar qué cantidad de dinero era el total que iba dedicado a los grupos de mujeres referidos anteriormente. La segunda, que a pesar de que USAID está diseñada para ayudar a los más pobres, no puede determinar, de nuevo, la cantidad de financiación que debía llegar a las mujeres más vulnerables. No aclaraba quiénes eran los pobres a los que iba a ayudar. Y la tercera: USAID tiene actividades que benefician a las mujeres, pero en ningún caso ha identificado empresas de las que sean dueñas o estén dirigidas por mujeres.

El País añade que “todo lo anterior se traduce en que mientras Ivanka Trump viajaba a lo largo y ancho del mundo vendiendo la Iniciativa para la Prosperidad y el Desarrollo Global de las Mujeres, la puesta en marcha de tal programa tenía inmensos problemas para que pudiera ser realidad”. En sus numerosos discursos, la hija de Trump “vendía su propuesta basándose en que las mujeres enfrentaban enormes barreras legales y de regulación que quedarían solventadas una vez que W-GDP se pusiera en marcha”.