La guerra no es una frivolidad

La guerra no es una frivolidad

No habían terminado los actos de la Pascua Militar cuando Echenique y otros portavoces y bocazas de Podemos y su galaxia en explosión saltaron indignados por el discurso del Jefe del Estado.

El rey Felipe VI y la reina Letizia, durante la recepción a autoridades con motivo de la celebración de la Pascua Militar.J.J. GUILLEN / EFE

No habían terminado los actos de la Pascua Militar cuando Echenique y otros portavoces y bocazas de Podemos y su galaxia en explosión saltaron indignados por el discurso del Jefe del Estado en el que defendía la necesidad de un mayor presupuesto para la Defensa y la seguridad nacional.

La idea fuerza de una parte de la izquierda impasible es que “se quiere gastar dinero en bombas y no en educación y en sanidad”. Lo cual es una falacia; o peor, una chiquillada impropia de políticos serios. Además, se critica que el Rey hable de Defensa en vez de hablar de la corrupción, los colegios y las universidades, el paro, la justicia, la vivienda…

Lo que ocurre, ‘pequeño detalle’, es que se trataba de la Pascua Militar y el discurso tiene que ir en sintonía con la realidad de las Fuerzas Armadas españolas, con la visión geoestratégica, con la política del Gobierno, emanado de las Cortes… y con una circunstancia muy especial y muy concreta: la guerra de Putin en el corazón de Europa; donde el crimen de guerra es una práctica habitual, y casi medieval, en el comportamiento de las tropas rusas.

España hoy día no es el ‘very tipical fandango’ para los aliados de la OTAN y de la UE. Ni para los que no son aliados sino al contrario, aunque no se diga o no lo parezca, ‘áreas de riesgo’.

El conjunto de la Unión Europea ha implementado una nueva manera de afrontar las grandes crisis

Y los Tratados y los intereses obligan: toda Europa una vez que le ha visto los colmillos al lobo, que se ha quitado el disfraz, está desplegando serios esfuerzos de actualización de los mecanismos de defensa a la vista de las intenciones imperialistas del putinato. Una querencia que los soviéticos heredaron de los zares: el cordón de países de ‘soberanía limitada’ que tras la II Guerra Mundial constituyó el Pacto (de hierro) de Varsovia. Asociado a este factor hay una circunstancia que no se puede ningunear: el conjunto de la Unión Europea ha implementado una nueva manera de afrontar las grandes crisis. Algo parecido, al menos en sus intenciones, al Plan Marshall: los ‘fondos para la reconstrucción’ tras la Covid, los ‘Next Generation’, que ahora además ayudan a paliar los demoledores efectos del ataque a la democracia ucraniana.

Tanto la OTAN como la UE exigen a sus miembros, por un elemental sentido de la supervivencia del orden mundial, de estas organizaciones, y de la propia seguridad de cada uno de sus miembros un aumento de las inversiones militares acorde con las necesidades reales. No con las anteriores ni con una impronta pacifista que es el resultado de una metódica desinformación e intoxicación por parte del Kremlin, gobiernen zares, bolcheviques o el actual conglomerado de post comunistas neofascistas. Estos últimos, conjurados con una oligarquía de rapiña que ha cobrado vida propia, privada y empresarial, tras ser diseñada por un KGB que inicialmente la había planteado en secreto y motu proprio como caja de resistencia de la nomenklatura al inicio de la transición puesta en marcha por el gran enemigo interior: Mijail Gorbachov.

Al frente de la operación, desde Leningrado, ahora San Petersburgo, paraíso de mafias, estaba… Vladimir Putin.

Es famosa la frase de un ciudadano alemán que decía que prefería tener un misil americano en el jardín que uno ruso en el techo

Además, a principios de los años 60 del pasado siglo XX, la URSS creó un ‘movimiento pacifista  internacional’ dedicado en cuerpo y alma a quebrar el espíritu occidental: frente a la idea de democracia y libertades se oponía la paz, una paz bucólica, pastoril, primaria.  Esos movimientos pacifistas eran permanentemente regados con un gran presupuesto. Lo cuentan detalladamente varios jefes del espionaje soviético, como es el caso de Pavel Sudoplatov, y lo refleja también en sus memorias Manuel Azcárate, el comunista desencantado.

El mecanismo funcionó como un reloj durante la crisis de los euromisiles desatada por la URSS en los 70, cuando sustituyó los anticuados SS-19 del ‘statu quo’ unilateralmente por loo SS-20, que obligó a la OTAN a la instalación en el ‘teatro europeo’ de los ‘Crucero’. Las enfurecidas manifestaciones pacifistas no se celebraron en el Este, sino en las democracias occidentales. Es famosa la frase de un ciudadano alemán que decía que prefería tener un misil americano en el jardín que uno ruso en el techo.

Ese reflejo condicionado es el que está detrás de un comportamiento ya no solo caduco sino frívolo, irresponsable y altamente peligroso en un sector de la izquierda que en vez de practicar el realismo practica la nostalgia del fracaso de lo que pudo ser pero no fue porque, como decía Talleyrand, “lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.  El famoso y marxista de grado elemental “análisis concreto de la realidad concreta en el momento concreto” exige en la actualidad un rigor pragmático y nuevos enfoques.

La ‘guerra de Ucrania’ demuestra con rotundidad que el mundo de certezas de ayer tarde ha acabado. Que volvemos a la ‘guerra fría’ que sucedió a la II Mundial. Nada es seguro. Como decía un dirigente canario de la UCD en plena implosión de la amalgama inventada por Adolfo Suárez, “lo más seguro es que…cualquiera sabe”. Por otra parte, de este conflicto, hay mucho que aprender y que renovar aprisa tanto en el plano estrictamente militar, como en materia  de inteligencia continua, tanto satelital, digital o sobre el terreno… etc., o en el análisis y prevención de nuevos espacios de riesgo.

En el ajedrez ruso se trata de distraer al enemigo con jugadas paralelas. Tanto la UE como la OTAN tienen, están en ello, que atender estas complejidades

Por ejemplo, la penetración rusa en Centro África y en el Sahel, y los desplazamientos del terrorismo yihadista en la zona. El grupo mercenario Wagner actúa sin más control que el de Putin, con un plan, sin duda, predeterminado. Quizás es una lección aprendida de cuando Stalin pidió a EE.UU. y Reino Unido que abrieran un frente nuevo (el desembarco en Normandía) en la zona del Canal para que los nazis bajaran la presión en la ofensiva oriental. La estabilidad de Marruecos y Argelia (a pesar de los lazos históricos de Argel con Moscú) es esencial para Europa.

En el ajedrez ruso se trata de distraer al enemigo con jugadas paralelas. Tanto la UE como la OTAN tienen, están en ello, que atender estas complejidades. Sobre el agua y bajo el agua, en bosques y en desiertos africanos, se están librando guerras invisibles, entre otras razones prácticas para evitar sabotajes en los tendidos de cables o en las redes de suministro energético submarino como los ocurridos en los mares del norte europeo.

Todos estos ‘epicentros’ de peligro en curso requieren  nuevo material y una urgente modernización y actualización del actual. Los combates en suelo ucraniano permiten sacar algunas conclusiones evidentes y públicas, y otras que se silencian “para no dar pistas”.

El protagonismo de los drones y, por lo tanto, de los métodos y sistemas anti-drones, es indiscutible. Una buena parte de España, peninsular e insular,  y de Portugal, está a ‘distancia dron’. Encima, estos aparatos, están ahora en el mercado negro como las ‘kalasnikov’ de toda la vida.  Con el uso de modelos iraníes, Irán se ha situado en el mercado internacional anti-occidental. Una buena manera de distracción ad futurum para poner de los nervios a los analistas de inteligencia OTAN-UE y neutrales, y para desviar la atención de las atrocidades en derechos humanos del régimen de los trastornados y medievales ayatolás.

A los adolescentes políticos perpetuos (app) que oponen la defensa y la seguridad nacional a la enseñanza o la sanidad habría que recordarles las imágenes y los videos que conmueven a la opinión pública mundial

Los buques de guerra, los ‘tanques’, la artillería…todo está ofreciendo enseñanzas sobre el terreno calcinado de las llanuras y los mares de Ucrania.

Los cazabombarderos F-18 que en los 80 eran el no va más del Ejército del Aire español, hoy no sirven. Los establecidos en Gando (Gran Canaria) van a ser sustituidos; pero ya hay que prever los sustitutos de los sustitutos. Marruecos, los tiene mejores. Con las fragatas ocurre lo mismo: la primera de la serie F110, que es la F111 ‘Bonifaz’, ya se ha empezado en los astilleros de Ferrol, con gran contento ciudadano por la carga de trabajo garantizada. Entre otras novedades su ‘mástil integrado’  la adapta a los nuevos requerimientos. Y los carros de combate, la artillería… después de décadas de insensatos recortes un ‘rearme realista’ es de sentido común, y de sentido  de supervivencia.

A los adolescentes políticos perpetuos (app) que oponen la defensa y la seguridad nacional a la enseñanza o la sanidad habría que recordarles las imágenes y los videos que conmueven a la opinión pública mundial. Los colegios, los institutos, las universidades, los centros de salud, los hospitales, la electricidad, las vías de comunicación…. Han sido machacados, destruidos, por un sociópata. Si Kiev se hubiera reservado solo dos bombas atómicas, de las cientos o miles que entregó a la Federación Rusa para ‘comprar’ su independencia, hoy sería una nación libre y una democracia dueña de su destino.

Ojo al parche.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Empezó dirigiendo una revista escolar en la década de los 60 y terminó su carrera profesional como director del periódico La Provincia. Pasó por todos los peldaños de la redacción: colaborador, redactor, jefe de sección, redactor jefe, subdirector, director adjunto, director... En su mochila cuenta con variadas experiencias; también ha colaborado en programas de radio y ha sido un habitual de tertulias radiofónicas y debates de televisión. Conferenciante habitual, especializado en temas de urbanismo y paisaje, defensa y seguridad y relaciones internacionales, ha publicado ocho libros. Tiene la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.