La respuesta de la democracia: el Congreso ratifica la victoria de Biden y los demócratas presionan para destituir ya a Trump

La respuesta de la democracia: el Congreso ratifica la victoria de Biden y los demócratas presionan para destituir ya a Trump

Trump promete una transición "ordenada" por primera vez, mientras las redes sociales bloquean sus perfiles por sus continuas falsedades.

Trump, desde la Casa Blanca tras las elecciones de 2020 en una imagen convertida en metáforaCARLOS BARRIA - REUTERS

No hay maquillaje que lo disimule. El 6 de enero de 2021 quedará tan ligado a la historia de Estados Unidos como al oscuro legado de su 45º presidente, Donald Trump. El día que una turba de exaltados trumpistas asaltó el Capitolio y con él la democracia alimentados por las soflamas totalitarias de su líder, que ahora puede ser víctima de su propia estrategia belicista. Tanto, que estudia incluso indultarse a sí mismo.

Pasadas 24 horas, el incendio, que se ha cobrado al menos cuatro vidas, ha dejado decenas de heridos y más de 50 detenidos, parece haber sido aplacado, pero las ascuas de ese casi golpe de Estado están lejos de apagarse. Ni siquiera, con el mensaje de un Donald Trump superado por lo macabro de su propia obra, que ha optado por dar un paso atrás y ahora asegura que permitirá una transición “ordenada”.

Nada menciona, en cambio, sobre reconocer su derrota en las urnas; la palabra ‘fraude’ no desaparece de su falaz argumentario repetido hasta la saciedad. Tampoco un solo reproche a los suyos, a los que pidió volver a casa “en paz” entre palabras de cariño. “Os queremos”, llegó a pronunciar en un vídeo grabado ayer durante la insurrección.

La democracia gana

Pero ni en las peores horas la democracia ha sido derrotada por las amenazas y sus ‘fieles’ desplegados ayer en Washington D.C. El Congreso, en sesión conjunta de ambas cámaras, reconoció casi a las cuatro de la madrugada los votos electorales necesarios para certificar legalmente la victoria de Joe Biden, que jurará su cargo el próximo 20 de enero.

Para la oposición demócrata, incluso para alguna figura republicana, esta fecha está demasiado lejos. En las últimas horas se han sucedido las voces pidiendo iniciar ya el camino legal para destituirle, bien vía impeachment o a través de la 25ª enmienda de la Constitución, que facultaría a su vicepresidente para reemplazarle.

Lo ha hecho la propia Nancy Pelosi, presidenta del Congreso, que ha advertido a Mike Pence: o atiende a la enmienda esgrimida por los demócratas o estos iniciarán el juicio político, cuyos artículos ya estarían redactados y a buen recaudo. Quedan 13 días de administración Trump y podrían ser menos.

El último acto en su estrategia antidemocrática

La irrupción de centenares de extremistas vestidos de toda guisa en la sesión legislativa que debía certificar el triunfo de Joe Biden es el último paso en la campaña de acoso a la democracia encabezada por Trump. Lleva en ello desde que ganó los comicios en 2016, pero la ha intensificado hasta límites desde que arrancó el proceso electoral de noviembre y ahora el mundo parece haberse dado cuenta de golpe.

Las trampas de Trump han pretendido infectar todas las etapas del sistema: desde sus ataques a la credibilidad del voto por correo y la cadena de recuento y custodia de las papeletas, pasando por sus desesperadas llamadas a gobernadores para exigirles que contabilizasen más sufragios a su favor a, finalmente, su mensaje al vicepresidente Pence —“hazlo, Mike”— para que diese la vuelta a los resultados ayer mismo, en la sesión del Congreso. Un caldo de cultivo perfecto para que pasara lo que pasó este miércoles.

El mismo proceso, tradicionalmente rutinario, el de contar unos votos ya oficiales que se vio interrumpido cuando los ultras tomaron el Capitolio al asalto y llegaron a adentrarse en el Senado antes de que la Guardia Nacional y el FBI se desplegasen vista la escasa operatividad policial.

Biden, ante el reto de reconstruir una América partida

EEUU se prepara para vivir las dos semanas más tensas en mucho tiempo. Con el país destrozado por la pandemia y fracturado socialmente hasta límites, Washington D.C. seguirá blindado de aquí al 20-E. El primer reto del futuro presidente Biden, no será, como parecía, la pandemia, sino comenzar a coser ‘ipso facto’ las heridas sangrantes del país tras cuatro años de populismo salvaje.

Lo hará protegido por el inmenso escudo de tener mayoría demócrata en las dos cámaras, una vez revertida la superioridad republicana de la que disfrutó Trump en el Senado con los últimos resultados de Georgia.

Biden, en otro mensaje emitido este jueves calificó los hechos como “la culminación del ataque a nuestras instituciones”. “Instigar a una multitud a atacar el Capitolio, amenazar a los cargos electos, hasta al vicepresidente, para evitar la ratificación de unas elecciones libres y justas”, apuntó el presidente electo.

Objetivo, cesar a Trump antes del 20 de enero

Estas dos semanas por delante amenazan con hacerse muy largas, también al instigador de los hechos que avergüenzan a una inmensa mayoría. De momento, el magnate no solo está perdiendo apoyos en su partido, sino su propio altavoz mediático. Las redes sociales Facebook, Instagram y Twitch han suspendido su perfil de forma indefinida, lo mismo que hizo Twitter durante 12 horas tras sus repetidas falsedades.

En el plano humano son cada vez más los republicanos que le vuelven la cara. Hasta cuatro miembros de su gabinete han dimitido en las últimas horas y podrían no ser los últimos.

Pese a quedarle 13 días en la oficina, congresistas y senadores demócratas buscan acabar con el mandato de Trump de forma inminente. “Ni un día más” es la consigna repetida a estas horas en la capital. Las opciones son dos: un nuevo impeachment de urgencia (ya superó uno en febrero por “obstrucción a la Justicia” y “abuso de poder”) que culmine con su cese en el Senado y la aplicación de la 25ª enmienda de la Constitución.

En relación al juicio político, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha adelantado que sus artículos ya estarían redactados y listos para ser presentados, mientras se conservan en un “lugar secreto”. Tal es la situación en la América de Trump.

Otras voces estudian la 25ª Enmienda, una ley que permite al vicepresidente asumir las responsabilidades presidenciales si el presidente ya no puede hacer su trabajo por enfermedad o incapacidad. El mismo vicepresidente, Mike Pence, que este jueves de madrugada, anunciaba como ganador a Joe Biden sin acceder a las trampas que reclamaba su jefe.

Trump sabe que está virtualmente fuera de la Casa Blanca y por ello estudia blindarse legalmente ante las causas que le puedan venir. Según adelanta The New York Times estaría planteándose indultarse a sí mismo y ya habría planteado esta posibilidad a personas de su máxima confianza, en lo que sería un uso absoluto de su facultad presidencial.