24 horas de pausa e incertidumbre: cómo ha reaccionado el mundo (y el propio Trump) al parón arancelario
Wall Street se dispara y horas después cae con fuerza; la UE responde con el mismo tono y China sigue ejerciendo como 'enemigo público número 1' de un Donald Trump que ya ha cambiado abiertamente su discurso.

Cuando el mundo afronta un desafío como es la política arancelaria de Donald Trump la pregunta inmediata que todos nos hacemos es ¿y ahora qué? El problema es que ni el propio protagonista ni los actores secundarios lo saben. Y en esas estamos en el día 1 de los 90 de pausa concedidos por el presidente de EEUU para negociar. 24 horas que han dado mucho de sí.
A media tarde del miércoles los cálculos ya se orientaban a qué efectos tendrían las primeras horas de aranceles a-gogó en todo el mundo. De golpe, Trump anunció su pausa y abrió un horizonte de una incertidumbre aún mayor. Disimulando un necesario bandazo para evitar males mayores, el mandatario alegaba que la gente "se estaba preocupando" demasiado.
El primer efecto, inmediato, fue evidente. La Bolsa de Nueva York se disparó como hacía muchos años no lograba y subidas de hasta el 12% en alguno de sus índices. Caprichos del mercado de valores, hoy la historia es radicalmente contraria, con fuertes caídas entre el 2'5 y el 4%.
Mientras, las Bolsas de Asia y Europa han vivido un jueves absolutamente 'verde'. El índice Nikkei japones se iba hasta un alza del 9,13%, por el 2'46% positivo con que culminó el índice Hang Seng de Hong Kong. Incluso China ha cerrado en alto, con un +2'25% y +1'16% de sus principales el Shenzhen y el de Shanghai.
En Europa el tono ha sido igualmente positivo. El IBEX 35 español cerraba su mejor sesión en tres años con un +4'32%, similar al 4'53% de Fráncfort. Milán ha ido más allá con un 5'11%, mientras referentes como Londres, París han cerrado por encima del 3%.
Dentro del Viejo Continente había mucho que celebrar en términos de inversión. Porque a la pausa de Trump le ha seguido otra inmediata, la decretada por la Unión Europea, que ha dado un plazo idéntico de 90 días antes de poner en práctica los aranceles anunciados contra un amplio catálogo de productos de 1.700 productos 'made in USA' un día antes.
Bruselas ya lo había avisado al presentar la primera fase de su plan de tres etapas de aranceles, que este no entraría en vigor si Trump aceptaba negociar un "acuerdo justo".
Y eso mismo es a lo que ahora se abre el magnate republicano, que por primera vez ha admitido que sus aranceles traerán "costes" y "problemas de transición" temporales. Sin dejar de insistir en la idoneidad de su plan, es un nuevo cambio en la retórica trumpista, que se ha visto condicionada por las críticas internas de empresarios cercanos y consejeros, según la prensa estadounidense.
En general, el tono ahora parece otro. Queda muy lejos ese Trump burlón —el mundo me lame el culo— de hace apenas dos jornadas. Con una retórica menos agresiva, la Casa Blanca ya está en la 'pantalla' de negociar esos "acuerdos justos" que reclaman Bruselas y el resto de actores... excepto con China.
De momento —importante remarcar el factor temporal en todo lo que tenga que ver con Trump— EEUU sigue ampliando el castigo tarifario a Pekín. Ya va por el 145%, alegando ahora un plus por no hacer nada contra el tráfico de fentanilo. Pero incluso en esta situación, el republicano admite que "todo es posible" con su "bien conocido" Xi Jinping, incluso un acuerdo de última hora. China se limita a avisar de que con ellos no se juega... sacando incluso la cara por Pedro Sánchez ante las críticas estadounidenses a España por acercarse a ellos.
Las primeras 24 horas de pausa ya son historia en todos los sentidos. Nadie asegura que las próximas no sean igualmente históricas.
