54 días tarde, Israel accede a abrir el paso de Rafah en Gaza: lo obligaba la tregua
Netanyahu se escudaba en que había incidentes en la zona con Hamás, en los retrasos en la devolución de cuerpos de secuestrados y en la "implementación del marco acordado". Ahora podrán salir palestinos a Egipto.

El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás entró en vigor el 10 de octubre pasado. Desde entonces, los palestinos de Gaza están esperando que se abra el paso fronterizo de Rafah, en el sur, limítrofe con Egipto, clave para la entrada de bienes esenciales, de alimentos a combustible, de material para refugio a medicinas, y esencial para la salida de palestinos de la franja, especialmente con fines médicos. Hoy, 54 días después, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha confirmado que reabrirá el paso en los próximos días. Por ahora, será para permitir el tránsito de gazatíes a Egipto, según un comunicado oficial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que hay más de 16.500 personas enfermas y heridas que necesitan abandonar el enclave costero para recibir atención médica.
Tel Aviv ha hecho un doble anuncio este miércoles: que los últimos restos humanos parciales devueltos por militantes islámicos no coinciden con los de los rehenes que permanecen en la franja y que planea reabrir el cruce, como se espera con ansia. Los restos desaparecidos de dos rehenes (israelí Ran Gvili y el tailandés Sudthisak Rinthalak) amenazan desde hace días con frenar el armisticio, logrado a instancias de Estados Unidos, en su primera fase. A ello se lleva aferrando desde hace semanas Netanyahu para no reabrir Rafah, añadiendo también que había incidentes en la zona con Hamás y que estaba pendiente de la "implementación del marco acordado". La crisis humanitaria se ha agravado muchísimo, mientras, con la llegada del frío y la lluvia.
Sin embargo, al prometer la apertura de Rafah, Israel evidencia que, pese a sus quejas y las lagunas sobre el futuro inmediato y la segunda fase del acuerdo, hay avances, hay cierto entendimiento y, posiblemente, también más presiones por parte de Washington para que actúe, cuando entiende el equipo de Donald Trump que Hamás está intentando cumplir su parte: entregar cadáveres no es fácil en mitad del caos de cascotes y destrucción y se está controlando la violencia interna con otros grupos armados. Se supone que la primera fase del plan concluirá con el regreso de esos dos rehenes restantes. El partido-milicia dice que hoy mismo seguirá la búsqueda.
Tras los intercambios, el plan de 20 puntos pide la creación de una fuerza de estabilización internacional, la formación de un gobierno palestino tecnocrático y el desarme de Hamás.
Por qué es importante
La declaración sobre la apertura de Rafah provino del COGAT, el organismo militar israelí encargado de facilitar la ayuda a Gaza. En una nota oficial, de esta mañana, indica que Israel coordinará con Egipto la salida de los palestinos, bajo la supervisión de una misión de la Unión Europea (UE), en la que tradicionalmente ha trabajado también España, con la Guardia Civil. Quienes deseen salir de la franja necesitarán la aprobación de las autoridades de seguridad israelíes, se precisa.
El acuerdo de alto el fuego exige que el cruce se abra para evacuaciones médicas y para viajes hacia y desde la franja y en estos días se le ha pedido repetidamente a Israel que dé el paso, sobre todo desde Naciones Unidas. Un funcionario israelí, que habló de forma anónima con Associated Press para valorar los planes operativos actuales, afirmó que "todos los palestinos que quieran salir de Gaza podrán hacerlo por Rafah, siempre que Egipto acepte recibirlos". El funcionario añadió que la UE "aún debe realizar algunos ajustes logísticos antes de que se pueda abrir el cruce", de ahí que no se dé una fecha exacta.
El cruce fue cerrado por completo en mayo de 2024, cuando el Ejército israelí invadió la zona. Se abrió muy brevemente en febrero de este año para la evacuación de palestinos enfermos y heridos para su tratamiento, en el marco del penúltimo alto el fuego. Hasta la clausura absoluta esta era la única ventana de Gaza al mundo, tanto para el transito de personas y como de cargamentos no controlados por Israel.
Hasta ahora, en el actual armisticio, sólo han estado abiertos los cruces de Zikim, Kerem Shalom y Kissufim, que operan en exclusiva para la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino y tienen frontera con suelo israelí. Esos pasos ya se usaban antes de los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, para la entrada de ayuda limitada por el bloqueo impuesto por Israel tras la toma del poder de los islamistas, en 2007, tras ganar las elecciones.
La zona del sur, dice Israel, sigue siendo complicada porque hay atrincherados "centenares" de milicianos de Hamás y se han producido incidentes con las tropas de Israel desde el alto el fuego, no de importancia en las últimas semanas, con las aguas más calmadas.

Crisis humanitaria galopante
La Sala de Operaciones del Gobierno sobre la Entrada de Ayuda Humanitaria a Gaza ha informado esta mañana, a través de un canal de Telegram, que el volumen de bienes de primera necesidad que entra en la franja "sigue siendo críticamente bajo e insuficiente". En las últimas semanas, "el promedio diario ha sido de tan sólo 287 camiones, muy por debajo del mínimo requerido de 1.000 camiones al día para satisfacer las necesidades humanitarias básicas". Antes del inicio de la ofensiva de Israel, entraban en el territorio entre 500 y 600 por día, cuando las necesidades de la población, siendo altas, no tenían comparación con las actuales.
Esta misma fuente indica que aproximadamente el 41 % de los camiones que llegaron estos días eran envíos comerciales, que transportaban principalmente artículos no esenciales en lugar de suministros de socorro urgentes. "La drástica disminución de suministros vitales, como alimentos, agua, medicamentos y materiales de refugio, continúa agravando la catástrofe humanitaria en toda la Franja, dejando a las familias expuestas a graves dificultades diarias: exposición al frío, el hambre, la deshidratación, las enfermedades y la falta de un refugio adecuado", denuncia.
Por ello, reitera su "llamamiento urgente" a la comunidad internacional "para que tomen medidas inmediatas y ejerzan presión efectiva sobre las autoridades ocupantes para que abran todos los cruces fronterizos sin restricciones y permitan la entrada segura, sostenida y sin trabas de la asistencia humanitaria".
Las recientes lluvias intensas en Gaza han agravado drásticamente la ya desesperada crisis humanitaria, provocando inundaciones en los campamentos de desplazados y destruyendo los pocos refugios y pertenencias que les quedaban a los civiles inocentes. El agua lo empantana todo y aumenta significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, debido al colapso de los sistemas de saneamiento y la falta de acceso a suministro potable, un problema crítico ya persistente en Gaza.
Muchas calles embarradas han quedado bloqueadas, impidiendo además que los camiones con ayuda humanitaria lleguen a las zonas afectadas, lo que obstaculiza aún más los esfuerzos de socorro.
La situación es particularmente grave para los grupos más vulnerables, como niños, mujeres embarazadas y ancianos, que enfrentan un mayor riesgo de desnutrición severa y enfermedades respiratorias relacionadas con el frío y la humedad.
El Ministerio de Salud de Gaza afirma que el número de muertos palestinos ha superado los 70.100. No distingue entre militantes y civiles, aunque afirma que aproximadamente la mitad de los fallecidos son mujeres y niños. Fuentes independientes como el Instituto Max Planck de Investigación Demográfica estiman que, en realidad, la cifra real de muertos superará los 100.000.
