Corea del Norte es un aliado fiel de Rusia, hasta el punto de que se han localizado soldados y armamento procedentes de la dictadura en manos del Ejército de la Federación, durante su "operación militar especial" contra Ucrania. Pero además de efectivos y de material de guerra, está asistiendo a los de Vladimir Putin con otros bienes especialmente básicos: los alimentos. 

Según informa el portal surcoreano NKnews, su vecino del norte se dispone a exportar cacahuetes, hierbas medicinales, tés de ginseng y otros productos sancionados a Rusia, según muestran documentos oficiales a los que ha tenido acceso este medio, mientras las empresas de Pionyang siguen haciéndose con más mercado de la Federación, tras los recientes acuerdos sobre cerveza, medicinas y fruta (manzanas, en especial).

Es una noticia llamativa porque hasta ahora el flujo había sido a la inversa: dadas las carencias de bienes de Corea del Norte, era Rusia la que le estaba entregando sobre todo harina y arroz, pero también cabras, como desveló POLITICO. Kim Jong Un, el dictador norcoreano, presume en sus discursos de aliado y dice estar dispuesto a eludir las sanciones internacionales.

Es la primera vez que Corea del Norte actúa como un verdadero aliado, indica la información, ya que no esta sólo recibiendo beneficios de su alianza con el Kremlin. Hay informaciones de Inteligencia norteamericana y surcoreana que indican que habría fábricas del norte que estarían directamente produciendo para Putin bienes que van de los tractores a los cerdos, pasando por los patos. Su ubicación es un secreto. 

Pionyang se salta las sanciones porque está protegido para ello: en 2024, Rusia usó su derecho de veto en le Consejo de Seguridad de la ONU para cerrar una oficina del organismo internacional que supervisaba justamente el seguimiento de estas sanciones.