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Trump firma un nuevo decreto para darle más poder a Elon Musk y que DOGE acelere los recortes en la Administración

Trump firma un nuevo decreto para darle más poder a Elon Musk y que DOGE acelere los recortes en la Administración

El magnate y uno de sus hijos asisten a la firma de la orden ejecutiva en el Despacho Oval mientras defiende un plan pensado para limitar las contrataciones públicas.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla con el millonario Elon Musk en el Despacho Oval.Kevin Lamarque

Donald Trump ha dado este martes un paso más en su cruzada para reducir el tamaño de su Administración. El presidente de Estados Unidos ha firmado un nuevo decreto que no solo impulsa despidos masivos y limita nuevas contrataciones sino que también le otorga más poder al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés), que se creó para que Elon Musk aplique la tijera al gasto público y que, desde ahora, tendrá un papel aún más trascendental en la reestructuración y posible eliminación de agencias federales.

El presidente de Estados Unidos, que ha comparecido en el Despacho Oval para la firma de esta nueva orden ejecutiva, ha estampado su rúbrica en el documento bajo la atenta mirada del máximo accionista de Tesla, SpaceX y la red social X, entre otras empresas, al que le ha cedido la palabra y no ha dudado en tildar la burocracia federal de "cuarta rama no electa" del Gobierno, además de defender los "controles con sentido común" para que se supriman lo que él considera de gastos superfluos.

"La burocracia tiene, en muchos sentidos, más poder que cualquier representante electo. Y eso no es lo que la gente quiere", ha afirmado Musk, quien no se ha quitado en ningún momento una gorra en la que lucía el lema de la campaña de Donald Trump: MAGA, Make America Great Again y sobre la que ha terminado su hijo menor, X Æ A-Xii, que ha estado bastante inquieto mientras su padre explicaba los planes de DOGE en el Despacho Oval.

La orden ejecutiva que ha firmado Trump obliga a las agencias federales a establecer una  colaboración estrecha con DOGE, el departamento de los recortes bajo la supervisión de Elon Musk, para llevar a cabo despidos masivos, reducir las plantillas de mayor tamaño y limitar la contratación de nuevos empleados públicos. Según ha detallado la Casa Blanca, "las agencias federales solo podrán contratar a un empleado por cada cuatro bajas que se produzcan", aunque habrá excepciones para los sectores considerados clave, como son la seguridad nacional o el control migratorio.

En este sentido, la orden de Trump establece que "los jefes de las agencias coordinarán y consultarán con el DOGE la reducción del tamaño de la fuerza laboral federal y limitar la contratación a puestos esenciales. La oficina de la administración de personal iniciará la elaboración de un reglamento para garantizar que los empleados federales cumplan con los más altos estándares de conducta" y, añade el texto, tendrá que hacerse un informe que "identifique cualquier estatuto que establezca a la agencia" como entidad necesaria, de acuerdo a la legislación vigente, de cara a evaluar si "debe eliminarse o consolidarse".

Elon Musk ha defendido los recortes de la Administración como una medida "de sentido común" y no como una idea "radical" o "draconiana". "La reducción de los gastos federales no es una opción. Es esencial", ha insistido el magnate sudafricano delante de un Donald Trump que no ha parado de asentir cada palabra. El multimillonario, con varias empresas investigadas por posible conflictos de interés, ha criticado el déficit público, que supera los dos billones de dólares, y ha defendido que, de no actuar, Estados Unidos entraría en "bancarrota". Sin embargo, ha obviado que una de las medidas que más ha contribuido a ese déficit fue, precisamente, la rebaja de impuestos impulsada por Trump en su primer mandato y que benefició principalmente a los más ricos.

Los conflictos de interés de Elon Musk

Por otra parte, Elon Musk también ha restado importancia a las críticas por su papel en el Gobierno de Trump y los posibles conflictos de interés con sus empresas. Once agencias federales que, en mayor o menor medida, forman parte del aparato que el empresario ha empezado a desmantelar desde su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), han aplicado medidas regulatorias o han abierto investigaciones a seis de sus empresas por presuntas irregularidades en contratos públicos, prácticas contra la competitividad y posibles violaciones tanto de las normativas ambientales como de las laborales en EEUU.

El multimillonario ha asegurado a los periodistas que han presenciado la firma del decreto en el Despacho Oval, que intenta ser lo más transparente posible: "La transparencia es lo que genera confianza", ha dicho Musk. Sin embargo, cuando se le ha preguntado por sus propias finanzas y la publicación de su declaración de bienes, el magnate ha respondido que "no tiene la intención de hacerla pública".

Algunas de sus empresas han firmado contratos, por ejemplo, con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. SpaceX, por ejemplo, ha conseguido un acuerdo de 733 millones con el Pentágono para el lanzamiento de satélites clave en materia de seguridad nacional. Además, la aeroespacial ha firmado contratos con el Gobierno por unos 22.000 millones de dólares, de los que 15.000 provienen de la NASA. 

En 2023, el Departamento de Defensa otorgó a Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX para proporcionar conexión a Internet en zonas remotas, un contrato valorado en 23 millones de dólares para operaciones de apoyo militar en Ucrania. Además, Starshield, centrada en programas de seguridad nacional, tiene contratos clasificados con agencias de inteligencia que se cree que valen miles de millones de dólares.

Donald Trump, por su parte, ha respaldado a Musk y ha denunciado "fraude" y "abuso" en la adjudicación de contratos públicos. "He visto muchos sobornos", ha afirmado, mientras sonreía ante las preguntas respecto a los errores que ha cometido DOGE, como la puesta en circulación del bulo de los "50 millones de dólares en condones para Hamás", que ni el presidente de Estados Unidos ni el magnate sudafricano han corregido. 

La Administración Trump argumenta que los recortes que plantea DOGE "son esenciales para optimizar el funcionamiento del Gobierno federal". No obstante, algunos de los que ya ha aprobado el nuevo presidente de EEUU se han dado de bruces con un muro judicial. Hace una semana, un juez frenaba la aplicación del plan diseñado por Musk para ofrecer indemnizaciones a los funcionarios despedidos y otro paralizaba temporalmente la salida de trabajadores de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). A pesar de esto, el DOGE continúa con su plan de reestructuración, cerrando oficinas de USAID o de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), creada después de la crisis financiera de 2008.