El heredero de Hermés quiere dejar 5.000 millones de euros a su empleado marroquí

El heredero de Hermés quiere dejar 5.000 millones de euros a su empleado marroquí

Se pone en su camino una fundación a la que en 2011 dispuso dentro de sus últimas voluntades. 

Apertura de una tienda de Hermés en Nueva York.Patrick McMullan via Getty Image

El heredero de la familia Hermés, Nicolas Puech quiere legar su fortuna milmillonaria a uno de los hombres que sirvió a su casa durante varios años. El descendiente de la casa de moda es el accionista individual de la empresa de lujo y con mayor participación, alrededor de un 5%. 

El que será su heredero es un hombre de 51 años que trabajaba como jardinero y se encargaba del mantenimiento en su casa, este señor proviene de una “modesta familia marroquí”, según Tribune de Genevè.

El octogenario multimillonario no tiene hijos y pretende dar un giro a la idea que tenía de herencia – destinada en un principio a una ONG –. Este hombre pertenece al grupo de las 300 personas más ricas de Suiza gracias a una fortuna que asciende a los diez mil millones de euros. 

El dueño de Hermés quiere dejarle la mitad de su herencia a su empleado. Para llevar a cabo esta idea, Puech, encargo a su abogado en octubre de 2022 que “ordenara su situación sucesoria”, y pidió comenzar un proceso de adopción del jardinero, según Atalayar. 

Aunque no es usual que se adopte a alguien mayor de edad en Suiza, no es un proceso ilegal. Con esta maniobra podrá dejarla “al menos la mitad” de toda su fortuna, una cifra que rondaría los cinco mil millones de euros. 

La única piedra en el camino para el accionista de Hermés es que se trata de un cambio en sus voluntades, porque ya dejó fijado en 2011 que quería que su fortuna la recibiese una fundación denominada Isocrate, con sede en Ginebra, cuya labor se centra en desarrollar proyectos para luchar contra la desinformación

La fundación ha emitido un comunicado en el que indica que “este deseo de anular unilateralmente el pacto sucesorio parece infundado”. Además, deja la puerta abierta a “una discusión”, y lamenta que sus actividades se vean amenazas por “circunstancias que están completamente fuera de su control”.