El país fronterizo de la OTAN activa las alarmas: "No se trata de si Rusia atacará sino de cuándo"
Esto ha llevado a los líderes políticos a reevaluar las capacidades de la nación para hacer frente a emergencias bélicas y sanitarias.

Los miembros de la OTAN han permanecido en alerta desde que estalló la guerra en Ucrania tras la invasión rusa, especialmente los países del flanco oriental, como Lituania, Letonia y Polonia, que se han visto obligados a reevaluar sus capacidades para hacer frente a emergencias bélicas y sanitarias.
En Lituania, por ejemplo, un ejercicio militar de dos días, conocido como 'Lobo de Hierro', reunió a diferentes organismos de respuesta ante crisis: ejército, policía, bomberos, hospitales y paramédicos. El objetivo, informa Onet, era preparar a todos estos sectores para actuar de manera eficaz en circunstancias excepcionales, ante un posible ataque al flanco oriental de la OTAN.
Este ejercicio vino como respuesta a la amenaza real de un posible conflicto armado que podría extenderse rápidamente por Europa del Este. Martyna Veronika Noreikaite, técnica de emergencias médicas en Lituania, describe que la incertidumbre fue palpable después de la invasión de Ucrania: "En el trabajo, nos daba miedo porque no sabíamos si teníamos suficientes recursos ni si estábamos preparados para una situación así".
La reacción a este temor está siendo firme. Los países de la región han comenzado a invertir en equipos de protección como chalecos antibalas y cascos, además de trasladar quirófanos a lugares más seguros, en previsión de ataques. Pero no solo se trata de prepararse para la guerra, sino de asumir que este conflicto podría llegar en cualquier momento.
Ragnar Vaiknemets, subdirector general del Consejo de Salud de Estonia, lo explica claramente: "No se trata de si [Rusia] atacará, se trata de cuándo". Este sentimiento está siendo compartido por muchos en la región, donde la experiencia de estar cerca de Rusia y Bielorrusia genera una conciencia de vulnerabilidad constante.