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Un país fulmina los potentes cazas estadounidenses y decide invertir en industria armamentística europea

Un país fulmina los potentes cazas estadounidenses y decide invertir en industria armamentística europea

Sus ciudadanos ya no se fían de Donald Trump.

Un avión de combate F-35 Joint Strike Fighter (Lightning II) de las Fuerzas Aéreas de EEUU en vuelo.Getty Images

Los ciudadanos suizos no quieren que el país adquiera cazas F-35 de fabricación estadounidense. Una reciente encuesta realizada por el diario Tamedia ha revelado que un 66% de la población se ha mostrado contraria a esta compra. 

Se trata de un rechazo que trasciende las líneas políticas tradicionales. Aunque el Partido Popular Suizo (SVP), históricamente defensor de la defensa nacional, ha sido favorable a la modernización del ejército, la mayoría de sus simpatizantes ha comenzado a cuestionar la adquisición de estas aeronaves

Este fenómeno resalta una paradoja en la política suiza, ya que mientras se reconoce la necesidad de una refensa robusta, la elección de los F-35 genera profundas divisiones debido a sus implicaciones en términos de costes y dependencia de un aliado extranjero.

La desaprobación también es regional. En la Suiza francófona, solo el 17% apoya la compra, mientras que en la Suiza germanófona el apoyo asciende al 35%. Esta discrepancia refleja diferencias culturales e históricas en la percepción de las amenazas y alianzas internacionales. 

Preferencia por proveedores europeos

Una de las principales conclusiones de la encuesta es el fuerte de deseo de los suizos de reorientar sus compras militares hacia proveedores europeos. Un abrumador 82% de los encuestados prefiere que Suiza priorice a los socios de la Unión Europea en lugar de seguir dependiendo de EEUU, a quien se percibe como un socio cada vez más impredecible.

A pesar de esta inclinación hacia Europa, el apoyo a una adhesión formal a la OTAN sigue siendo marginal, con solo el 37% de los suizos a favor. Esto muestra que, aunque se valora una mayor cooperación en materia de seguridad con la UE y la OTAN, la neutralidad sigue siendo un valor central en la política exterior de Suiza.

El rechazo a los F-35 también está influenciado por el ambiente geopolítico actual. La reciente decisión de EEUU de imponer nuevos aranceles a las exportaciones suizas ha avivado el resentimiento. 

Además, el 81% de la población tiene una imagen desfavorable de Donald Trump, lo que refuerza la desconfianza hacia las iniciativas estratégicas que involucren a EEUU. La creciente insatisfacción con el liderazgo estadounidense podría tener un impacto duradero en la forma en que Suiza aborda sus relaciones internacionales en el futuro.

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