Esta es la fortuna de Mohamed VI y su patrimonio en Marruecos

Esta es la fortuna de Mohamed VI y su patrimonio en Marruecos

El monarca marroquí cuenta con un imperio lleno de palacios, coches de lujo, relojes y aviones.

Mohamed VI con el rey Felipe VIJose Gegundez

La figura del rey de Marruecos Mohamed VI, tan polémica, controvertida y criticada por muchos, esconde una cara conocida por muchos y desconocida por otros tantos. Aunque casi todos pueden imaginárselo, el monarca marroquí es el hombre más rico de su país, con un enorme patrimonio obtenido tanto de herencias familiares y reales como de adquisición de empresas estatales.

Durante los últimos días, la imagen de Mohamed VI ha quedado seriamente dañada debido a la tardanza en solicitar ayuda internacional y personarse en su país -se encontraba en París- tras la tragedia más grande que ha asolado el país en las últimas décadas, con un terremoto de magnitud 7 que ha dejado ya más de 2.100 muertos y 2.400 heridos.

Aunque es complicado conocer a ciencia cierta a cuánto asciende el patrimonio del rey de Marruecos, se sabe que de los presupuestos del estado -aunque no figuran en ellos- se extraen 250 millones de euros anuales que van a parar directamente a la familia real

Francia, su país preferido

Según apuntan varios medios, entre ellos el portal mundoobrero, en el año 2015 se estimaba su fortuna en unos 5.000 millones de dólares, algo que no pasó desapercibido para la lista Forbes, que lo elevó hasta el primer puesto en la lista de personas más ricas de Marruecos y el quinto de toda África.

Actualmente se sabe que cuenta con doce palacios en su país que están plenamente habilitados para ser utilizados en cualquier momento que el rey desee. Esto implica que haya más de mil sirvientes a su disposición, a lo que hay que sumar el millón de euros diarios de mantenimiento.

Por otro lado, en Francia, el monarca marroquí posee un palacete valorado en unos 80 millones de euros. Según fuentes cercanas a la corona es una mansión con vistas privilegiadas a la torre Eiffel, adquirida hace poco más de tres años.

Pero no quedan ahí sus posesiones en el país galo, ya que también cuenta con un castillo en la ciudad de Betz (a 70km de París), y adquirida por su padre Hassan II en el año 1972. En el país galo también posee un castillo de 70 hectáreas que cuenta con hasta 1.200 personas dedicadas en exclusividad al acomodamiento de la familia real.

Coches de lujo, aviones y relojes

Entre sus bienes materiales de lujo, Mohamed VI cuenta con el Badis 1, uno de los yates de vela más grande del mundo, atracado en Casablanca y cuyo valor asciende a 90 millones de euros. Además, cuenta también con una importante colección de relojes, de entre los que cuenta con uno de oro blanco y 1.075 diamantes que se cree que puede costar entre medio millón y un millón de euros.

Otra de sus pasiones es su gran amor por los coches. De entre sus 600 vehículos de lujo -valorados en seis millones de uros-, destacan en gran medida los coches deportivos a diferencia de su padre y abuelo, mucho más 'cómodos' con los Rolls Royce y los Cadillacs.

Como no podía ser de otra forma, para llevar a cabo sus desplazamientos, el monaraca cuenta con dos Boeing privados (un 737 y un 747), además de un Hércules C-130, dependiendo de cuántas personas viajen y el objetivo del desplazamiento. Por último, la casa real también cuenta con dos aviones Gulfstream (G550 y G650), que se puede obtener por 57 millones de euros.

¿De dónde viene todo este patrimonio?

Para lograr acumular esta ingente cantidad de propiedades, el rey de Marruecos, además de las herencias reales, ha tenido que hacerse con el control del mayor grupo financiero del país, Al Mada, la empresa más importante de Marruecos.

Se estima que el rey marroquí quintuplicó su fortuna en sus primeros nueve años de reinado, algo que solo se explica gracias a las llamadas de oferta, ya que Mohamed VI controla la Sociedad nacional de inversión, que se beneficia de los mercados públicos, por lo que de esta forma puede otorgar tanto cuanto quiera a su grupo financiero.