El Kremlin está intensificando los preparativos militares de la sociedad rusa, insinuando la posibilidad de un conflicto a largo plazo con la OTAN. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señala la persistente narrativa del Kremlin para justificar sus acciones contra Ucrania y potenciales enfrentamientos con Occidente, según ha informado el medio WP Wiadomości.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó a la UE de apoyar la "ideología neonazi" y anunció que Rusia combatiría este fenómeno. Sus declaraciones coinciden con la estrategia del Kremlin de movilizar a la sociedad. Rusia utiliza así contra Finlandia y las antiguas repúblicas soviéticas tácticas similares a las que utilizó contra Ucrania para justificar las acciones agresivas que desembocaron en la guerra iniciada en febrero de 2022. 

“El Kremlin sigue utilizando narrativas que los funcionarios rusos han usado repetidamente para justificar la invasión de Ucrania por parte de Rusia con el fin de militarizar la sociedad rusa a largo plazo, probablemente como preparación para un posible futuro conflicto prolongado con la OTAN", resalta el think tank estadounidense en su último informe sobre la guerra de Rusia contra Ucrania.

Lavrov acusó a la UE de apoyar la "ideología neonazi" y dijo que Rusia "hará todos los esfuerzos para garantizar que esta ideología no levante cabeza" y destruirá al nazismo "de una vez por todas". Estas declaraciones forman parte de un esfuerzo sostenido del Kremlin por invocar la contribución de la Unión Soviética a la victoria sobre la Alemania nazi y el mito más amplio de la Gran Guerra Patria, así como por difamar a Europa y a la OTAN. 

Estos esfuerzos buscan exacerbar el sentimiento negativo entre la población rusa y fomentar el apoyo a la militarización a largo plazo de la sociedad rusa, según el informe de ISW. Putin y otros funcionarios del Kremlin utilizan regularmente el término "desnazificación" como pretexto para un cambio de régimen en Ucrania.

"El Kremlin está aplicando cada vez más la misma estrategia que utilizó contra Ucrania a Finlandia y los antiguos estados soviéticos , incluidos Estonia y Moldavia , para justificar sus intentos de controlar a los países independientes y crear las condiciones informativas para una posible futura agresión rusa", subrayan los analistas de ISW.