Greta Thunberg relata los abusos de Israel tras el asalto ilegal a la Flotilla: "Me agarraron, me tiraron, me patearon"
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Greta Thunberg relata los abusos de Israel tras el asalto ilegal a la Flotilla: "Me agarraron, me tiraron, me patearon"

El medio sueco Aftonbladet entrevista a la activista sueca en la casa que comparte en Estocolmo, a donde ha regresado tras ser detenida de manera ilegal por Israel.

Greta Thunberg, en el centro, en una rueda de prensa a su regreso a Estocolmo.Atila Altuntas/Anadolu via Getty Images

En una de las fotografías, la activista Greta Thunberg, a quien visita en su casa el medio sueco Aftonbladet, aparece en el pasillo del apartamento que comparte en Estocolmo con la maleta que llevó consigo para embarcarse en la Global Sumud Flotilla. En la carcasa, de color rojo, puede leerse un "Greta, puta" que escribió algún soldado israelí. También los dibujos de una bandera de Israel y el de un pene. "Parecen niños de cinco años", concede Thunberg, quien ha apenas ha podido dormir media hora tras una pesadilla en la que salían barcos bombardeados.

Cuando llegó a Grecia tras ser deportada por Israel, país que la mantuvo cautiva en una cárcel en mitad del desierto después de que el Ejército asaltase de manera ilegal los más de 40 barcos de la Global Sumud Flotilla, Thunberg aclaró que no quería que la atención mediática se centrase en las vejaciones y los maltratos a los que fue sometida por parte de las Fuerzas de Defensa israelíes. "Podríamos hablar durante muchísimo tiempo sobre los abusos que sufrimos durante nuestro encarcelamiento, pero esa no es la historia. Israel está intensificando el genocidio", dijo nada más aterrizar. Con todo, es importante reseñar las torturas que sufrió. Como ella misma aclara a Aftonbladet, "demuestra que si Israel, con todo el mundo mirando, trata de esta manera a una persona blanca y conocida con pasaporte sueco, imaginemos lo que hacen con los palestinos a puerta cerrada".

Imaginarlo es más plausible si uno observa el estado de muchos de los presos que Israel liberó esta semana tras el acuerdo alcanzado con Hamás. Según comentó el director general del Hospital de Al Shifa, Mohamad abú Salmiya, y tal y como puede comprobarse con un sencillo vistazo a las imágenes, "los prisioneros liberados están exhaustos y con signos de tortura". "Algunos prisioneros fueron liberados con extremidades amputadas y la mayoría resultaron heridas como consecuencia de la guerra y no recibieron atención médica en las cárceles de la ocupación", señaló el doctor.

En su conversación con el medio sueco, Thunberg destaca que en las paredes de las celdas de la prisión en mitad del desierto a la que les llevó Israel pudieron ver "agujeros de bala con manchas de sangre y mensajes grabados por presos palestinos".

Los soldados israelíes, como declararon los primeros tripulantes liberados de la Global Sumud Flotilla, se ensañaron con Thunberg nada más llegar a puerto tras asaltar su barco. Así lo relata ella misma: "Me agarraron, me tiraron al suelo y me lanzaron una bandera israelí. Tuve la bandera a mi alrededor todo el tiempo. Cada vez que la bandera me tocaba la cara, me pateaban y me golpeaban. Me arrancaron el sombrero de rana, lo tiraron al suelo, lo pisotearon y patearon en una especie de berrinche. Me trasladaron brutalmente a un rincón. 'Un lugar especial para una mujer especial', dijeron. Luego aprendieron en sueco a decir puta y puta Greta y lo repetían constantemente". Todo ello, además, mientras los soldados se hacían selfis con ella.

Ya en prisión, el trato no fue mejor. Además de no tener acceso a medicamentos ni agua potable, Thunberg recuerda una ocasión en la que cuando solicitaron la presencia de un médico, aparecieron "los guardias y dijeron: 'Vamos a gasearos'. Era lo habitual. Levantaron una bombona de gas y amenazaron con presionarla contra nosotros".

A lo largo de la entrevista, Thunberg denuncia también la campaña de propaganda lanzada por Israel contra la Flotilla, por ejemplo, con los vídeos en los que el Gobierno de Benjamin Netanyahu denunciaba la ausencia de ayuda humanitaria. "Es una completa mentira", asegura la activista. "Yo misma empaqueté la ayuda de emergencia y revisé las cajas para asegurarme de que todo lo que debía estar allí, estuviera. Todos los barcos llevaban ayuda humanitaria de emergencia. Lo revisamos varias veces durante el viaje para asegurarnos de que todo estuviera en orden. Turquía envió un barco para unirse a nosotros, con ayuda de emergencia adicional que nos fue transferida".

Israel, critica Thunberg, "sigue usando los mismos argumentos y campañas de desprestigio". "Organizaron campañas de desprestigio para capturarnos y tratarnos como terroristas. El terrorismo se define como el uso deliberado de la violencia para infundir miedo en la población civil con el fin de obtener control político. Eso no era lo que hacíamos al navegar pacíficamente en aguas internacionales para entregar alimentos y medicinas a la población civil de Gaza. Es el comportamiento de Israel el que se ajusta a la descripción de terrorismo", afirma.

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

Cómo contactar conmigo:

Podéis escribirme a hjuanatey@huffpost.es. Se aceptan insultos, siempre y cuando tengan cierta gracia. Estoy en X/Twitter (@hectorjuanatey), Bluesky, (@hectorjuanatey.bsky.social), Instagram (@hectorjuanatey) y TikTok (@hectorjuanatey). Lo curioso es que, en el fondo, me gustaría que desapareciera más de una de estas plataformas.

 


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