Josep Borell: "El hombre más rico del mundo ha condenado a los niños más pobres del mundo"
El exalto representante de la UE para Asuntos Exteriores participa junto al profesor de Columbia José Antonio Ocampo en el foro del Grupo Prisa World in Progress para analizar la próxima Conferencia de Naciones Unidas en Sevilla.
Diez años después de su última edición, celebrada en 2015 en Addis Adeba, Etiopía, Sevilla acogerá a partir del próximo día 30 de junio y hasta el 3 de julio la Cuarta Conferencia de Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo, un evento que se espera sea clave sobre todo después de la drástica decisión de la Administración de Donald Trump. Nada más regresar a la Casa Blanca, y entre el sinfín de órdenes ejecutivas, el presidente estadounidense decidió empobrecer aún más a las personas más pobres del mundo. Trump desmanteló la agencia de cooperación al desarrollo de Estados Unidos, la USAID, poniendo en riesgo la vida de millones de personas. Sobre este asunto y las perspectivas de la Conferencia de la ONU han hablado esta mañana José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad de Columbia y exministro colombiano, y Josep Borrell, exalto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, en el marco del foro de análisis económico, político y de pensamiento World in Progress que organiza el Grupo Prisa.
El objetivo de la Conferencia, según defiende Naciones Unidas, es el de llamar a la acción y “movilizar más recursos para el desarrollo sostenible” en un “contexto global complicado”, como ha recordado esta mañana el presidente del Grupo Prisa, Joseph Oughourlian, en la apertura del foro. “Lo multilateral y los valores que guiaban nuestras sociedades y el mundo que siguió a la II Guerra Mundial no está de moda, lo que hoy está de moda es el unilateralismo”, ha advertido Oughourlian.

Pero pese a las dificultades que abarcan la geopolítica actual, tanto Ocampo como Borrell han querido trasladar un mensaje de cierto optimismo, siempre y cuando los diferentes Gobiernos del mundo se pongan manos a la obra y no sigan la estela marcada por Donald Trump. “El consenso de Sevilla es un buen texto”, ha avanzado José Antonio Ocampo. Hace unos días, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados, aseguró que la Conferencia de Sevilla buscará instar al conjunto de los países a destinar el 0,7% del PIB en ayuda al desarrollo.
La situación, desde luego, exige compromisos. A falta de cinco años para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), solo el 17% de los mismos están en vías de cumplirse para 2030 y, según las estimaciones de la ONU, existe una brecha de financiación de cuatro billones de dólares frente a los 2,5 millones que había antes de la pandemia. De acuerdo con la ONU, “los desafíos financieros están en el centro de esta crisis de desarrollo sostenible y la actual arquitectura financiera internacional se ha quedado corta y no es adecuada para el mundo de hoy”.

De ahí que el pasado 17 de junio los estados miembros de la ONU pactaran en Nueva York lo que han llamado “El compromiso de Sevilla”, cuyo resultado, según el embajador de Nepal ante la ONU, es una “oportunidad histórica” para hacer frente a los desafíos urgentes de financiación”. Por supuesto, Estados Unidos prefirió quedarse fuera del consenso, como esta mañana ha recordado también Josep Borrell. La determinación de Estados Unidos de desmantelar toda ayuda al desarrollo ha supuesto, según Borrell, “la decisión más dramática y una de las más nefastas”. “El hombre más rico del mundo ha firmado la condena de los niños más pobres del mundo”, ha declarado.
Pese a la notable ausencia, al menos durante cuatro años, de Estados Unidos, el profesor Ocampo ha recordado que en estos momentos existen posibilidades de abarcar la ayuda necesaria incluso sin los norteamericanos. Hay, ha dicho, “nuevos actores y posibilidades interesantes”. Se refería de esta manera, por ejemplo, a China, muy presente en África o América Latina.
En Sevilla se darán cita en torno a 60 jefes de Estado y de Gobierno, más de 200 delegaciones oficiales de Estados miembros de la ONU y organismos internacionales financieros como BID, BEI u OMC. El tiempo apremia.