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La cal y la arena de Putin: cada vez más disgustado pero satisfecho con los objetivos

La cal y la arena de Putin: cada vez más disgustado pero satisfecho con los objetivos

El presidente ruso está muy preocupado por la situación económica que atraviesa el país.

Vladímir Putin, presidente de Rusia.Anadolu via Getty Images

Vladimir Putin está cada vez más preocupado por la situación económica de Rusia, mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, intensifica sus presiones para poner fin a la guerra en Ucrania. Varias fuentes anónimas han asegurado a Reuters que las sanciones occidentales y la inflación derivada del gasto militar están afectando severamente a Rusia.

Putin está satisfecho porque considera que Rusia está cumpliendo los objetivos que se propuso para la guerra. Las tropas rusas están logrando sus avances territoriales más significativos desde los primeros días de la guerra y ya controlan casi una quinta parte de Ucrania. Aun así, es consciente de la tensión que la guerra está poniendo sobre la economía.

A lo largo de estos casi tres años de conflicto bélico, los socios occidentales han impuesto fuertes sanciones a Moscú con el objetivo de debilitar su capacidad para financiar su ejército. Aunque al principio Rusia logró eludir las restricciones a través de terceros países y lagunas legales, los desafíos económicos han aumentado significativamente en los últimos meses.

La escasez de mano de obra y la inflación provocada por el gasto militar han llevado las tasas de interés a niveles récord. En diciembre, Putin expresó su descontento con la caída de la inversión privada debido al alto costo del crédito, llegando a llamar la atención a los principales funcionarios del bloque económico durante una reunión con líderes empresariales rusos.

Según proyecciones, en 2025, Rusia aumentará el gasto en defensa al 6,3% del PIB, el nivel más alto desde la época soviética. Este gasto representa un tercio del presupuesto total, exacerbando la inflación y generando desequilibrios que podrían culminar en una recesión prolongada.

Trump presiona por una solución negociada

En el contexto internacional, Trump ha intensificado su retórica contra la prolongación del conflicto. Aunque aún no ha presentado un plan detallado, el presidente estadounidense ha instado a Putin a "llegar a un acuerdo" sobre Ucrania. También ha amenazado con imponer "altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones" sobre las exportaciones rusas si no se logra una resolución.

Hasta ahora, Rusia ha rechazado todas las propuestas de paz de la administración de Trump y se ha mantenido firme en sus ambiciones de ocupar las regiones ucranianas de Luhansk, Donetsk, Zaporizhia y Kherson. No obstante, fuentes cercanas al Kremlin señalan que las dificultades económicas han llevado a sectores de la élite rusa a considerar una solución negociada.

La economía rusa bajo presión

La inflación encabeza las preocupaciones de los ciudadanos rusos, con un aumento de precios de dos dígitos en productos básicos como mantequilla, huevos y verduras en el último año. Las pensiones reales también han disminuido un 0,7% entre enero y noviembre de 2024, afectando especialmente a los grupos más vulnerables.

El Banco Central de Rusia ha respondido aumentando las tasas de interés al 21%, el nivel más alto desde los primeros años de Putin en el poder. Aunque esta medida busca contener la inflación, ha paralizado la inversión en sectores civiles y ha incrementado los riesgos de quiebras corporativas.

El rublo, por su parte, cayó a su nivel más bajo desde marzo de 2022 a principios de enero, una situación que podría agravar la inflación al aumentar el costo de los bienes importados. Además, el comercio en yuanes ha superado al de dólares y euros, reflejando el impacto de las sanciones occidentales.