La tuberculosis trastoca por completo a los soldados de Putin
Algunos de los soldados contagiados denuncian que se desoyen sus peticiones de ser sometidos a pruebas médicas.

La guerra en Ucrania parece estar complicándose gravemente para un grupo de soldados rusos. Según adelantan medios internacionales, se habría producido un brote de tuberculosis en un regimiento de efectivos rusos, que como consecuencia de la situación bélica, no están recibiendo el tratamiento adecuado a sus necesidades.
De hecho, la mayoría de ellos, tras recuperarse mínimamente fueron enviados nuevamente al frente a combatir contra el ejército ucraniano. El primero en denunciar la situación fue el servicio independiente ruso Tochka. En sus páginas explican la situación de algunos hospitales de Moscú, como el Burdenko, ubicado en Pushkino, en Moscú, la cual definen como crítica al estar completamente abarrotado.
Apuntan que este centro sanitario se ha convertido en el principal lugar al que acuden los soldados con tuberculosis, y estiman que hay unos mil soldados que están siendo tratados en estos momentos.
Un caso particular es el de un soldado ruso de 38 años, llamado Yevgeny, quien sufría tuberculosis desde hacía semanas, y cuyos superiores ignoraron recurrentemente sus peticiones bajo el mantra de 'ser un cobarde que no quiere ir a una misión', según explica el medio TVP Info a servicio Tochka.
Por suerte para él, al cabo de tres meses consiguió que un médico le viera, le diagnosticara tuberculosis y pasara cuatro meses ingresado en el hospital Burdenko. Sin embargo, no todos los soldados corrieron su misma fortuna, ya que en muchos casos y debido al hacinamiento que experimentan las instalaciones médicas, el hospital tuvo que imponer un régimen particularmente severo.
Según informan y para reducir el colapso médico comenzaron a imponerse normas como que el hecho de beber alcohol era motivo de expulsión del hospital y para ser enviado al frente, al interpretarlo como que no quisiera ser tratado.
Por último y respecto al origen del brote de tuberculosis, el soldado de 38 asegura que comenzó a aparecer en el momento en el que se introducían en el ejército ruso a prisioneros que estaban reclutados en gulags. Además, afirman que estos prisioneros eran enviados al Grupo Wagner, liderado por el fallecido Prigozhin.
Y todo ello pese a que las normas desde Moscú eran claras: nada de reclutar a prisioneros para combatir en Ucrania. Sin embargo, era una norma que se saltaba de forma recurrente debido al bajo número de soldados disponibles.