Las fuerzas ucranianas avanzan a toda velocidad y obligan a los rusos a realizar una retirada caótica
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Las fuerzas ucranianas avanzan a toda velocidad y obligan a los rusos a realizar una retirada caótica

"El impacto psicológico en el mando ruso fue inmediato".

Un soldado ucraniano mira al cielo con la guerra de fondo en la región de Sumy, a pocos kilómetros de la frontera rusa y Belgorod, el 30 de septiembre de 2024.Fermín Torrano / Anadolu via Getty Images

"Hoy hay noticias interesantes de la Federación Rusa". El diario ucraniano Euromaidan Press se frota las manos desde la primera línea para dar cuenta de los avances que las tropas ucranianas están cosechando en las últimas jornadas en la guerra de invasión que mantiene con Rusia. 

Al parecer, las tropas de Kiev han llevado a cabo "otro audaz asalto" contra territorio enemigo, mientras las fuerzas rusas "desplegaban todos sus recursos para sabotear la retirada ucraniana de Kursk", la provincia rusa en la que hay militares ucranianos desde agosto. "La nueva operación ucraniana buscaba desestabilizar a los comandantes rusos, obligándolos a dividir sus recursos", dice el citado medio.

En una "inteligente maniobra", las fuerzas ucranianas lanzaron una incursión en la región rusa de Belgorod, con el objetivo de "desviar la atención rusa y aliviar la presión de la actual retirada de las tropas ucranianas de Kursk", creando problemas para los rusos en otros lugares. En Kursk, los ucranianos llevan semanas en retirada, aunque no se han marchado por completo, como ha clamado el Kremlin. Hasta el presidente ruso Vladimir Putin se ha desplazado a la zona. 

Rusia había concentrado sus fuerzas en Kursk, intentando inmovilizar a las tropas ucranianas e infligir grandes pérdidas durante la retirada ucraniana. Una retirada bien ejecutada y ordenada era crucial para Ucrania, no solo para preservar efectivos y equipo, sino también para evitar que Rusia ganara un impulso peligroso y lograra una penetración en el óblast de Sumy, que está siendo objeto de tremendos ataques con drones en las últimas jornadas. "La incursión de Bélgorod sirvió como válvula de escape, obligando al mando ruso a reaccionar y redesplegar sus fuerzas lejos de Kursk", dice el digital.

La operación tuvo como objetivo la región de Belgorod, al sureste de la incursión de Kursk, explotando las vulnerabilidades defensivas de Rusia y sembrando el pánico.

Al atacar los asentamientos fronterizos rusos, la elección de Belgorod fue importante, lo suficientemente cerca del frente de Kursk para forzar una reacción, pero lo suficientemente lejos para evitar una contraofensiva rusa inmediata.

Para cuando se llevó a cabo la operación de Bélgorod, Ucrania ya había retirado la mayor parte de sus fuerzas de Kursk, incluyendo sus unidades de asalto de élite, fuerzas especiales, artillería y vehículos blindados occidentales. Estos recursos se habían mantenido en reserva debido a la actividad de drones rusos de fibra óptica FPV en el sector de Kursk y estaban disponibles para un ataque de distracción de alta intensidad.

"Esto permitió a Ucrania desplegar tropas renovadas y bien equipadas en un sector inesperado, abrumando las defensas rusas", ensalza Euromaidan.

El asalto ucraniano se enfrentó a diversos obstáculos, como campos minados, fortificaciones de dientes de dragón y artillería atrincherada. Sin embargo, una "preparación meticulosa" neutralizó estos desafíos. Las unidades de ingeniería ucranianas, apoyadas por los sistemas de desminado UR-77 "Meteorito", abrieron un paso en el campo minado para máquinas de desminado de ingeniería, vehículos blindados y tanques, asegurando un avance rápido.

Los obstáculos antitanque existentes en forma de dientes de dragón fueron destruidos antes de que las fuerzas rusas pudieran reaccionar o incluso notarlo, lo que permitió que los blindados ucranianos avanzaran sin obstáculos.

Imágenes geolocalizadas de la región muestran cómo los drones ucranianos y el fuego de contrabatería desmantelaron sistemáticamente las posiciones de artillería y los puntos de despliegue rusos, debilitando las líneas defensivas. Otro vídeo de un dron de vigilancia ucraniano SHARK muestra cómo corrigió un ataque HIMARS, que impactó con precisión un misil de racimo en una posición rusa.

Una vez eliminadas estas barreras, los operadores de fuerzas especiales ucranianas y pequeños grupos de asalto blindados irrumpieron en Belgorod, tomando posesión de múltiples asentamientos y obligando a las unidades rusas a retiradas desordenadas, mientras los ucranianos recibían apoyo constante de artillería y reconocimiento con drones.

Los bosques, ríos y lagos de la región de Bélgorod desempeñaron un papel crucial en la estrategia ucraniana. Tras capturar las aldeas de Demidovka y Popovka, las tropas ucranianas aprovecharon las barreras naturales, utilizando los bosques como cobertura, los ríos como obstáculos defensivos y las posiciones elevadas para crear una defensa integral. 

La destrucción de puentes clave en Grafovka y Nadezhevka interrumpió los movimientos y la logística rusos, dificultando la rápida respuesta de los refuerzos rusos para contrarrestar el avance ucraniano. Esto permitió a los ucranianos atrincherarse antes de que los refuerzos rusos pudieran organizar una contraofensiva.

Alarma en Rusia

A pesar de ser una operación limitada, la incursión en Bélgorod alarmó a los analistas y periodistas militares rusos. Los informes confirmaron el control ucraniano sobre Demidovka y Popovka, y las fuerzas rusas se apresuraron a recuperar el terreno perdido. El impacto psicológico en el mando ruso fue inmediato.

"No es seguro que esta operación se expanda más, pero su efecto inmediato es innegable: Rusia está ahora a la defensiva, tratando de crear un grupo de trabajo en otra dirección para contener otro avance ucraniano"

Destacados analistas militares rusos expresaron profunda preocupación por las incursiones, mientras que los informes indicaron que el alto mando ruso había comenzado a trasladar fuerzas de Kursk a Belgorod, precisamente el resultado que Ucrania buscaba.

En general, aunque no se trató de una ofensiva a gran escala, la incursión ucraniana en Bélgorod logró rápidamente su objetivo principal: desviar la atención y los recursos rusos de Kursk. Al obligar al enemigo a reaccionar, Ucrania garantizó que su retirada de Kursk continuara de forma organizada, a la vez que demostró su capacidad para penetrar repetidamente en territorio ruso. No es seguro que esta operación se expanda más, "pero su efecto inmediato es innegable: Rusia está ahora a la defensiva, tratando de crear un grupo de trabajo en otra dirección para contener otro avance ucraniano", concluye la noticia.

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