Luz verde al plan que unirá Europa con otro continente con el nuevo "monstruo" de más de 8700 kilómetros
Descubrimos el ambicioso, pero muy real, cable Medusa, proyecto que alcanzará los 8.700 kilómetros y unirá 11 países desde Portugal hasta Egipto.

Bajo el sol del sur de Francia, un barco cablero de última generación acaba de hacer historia. El Sophie Germain, propiedad de la compañía Orange Marine, ha completado el primer desembarco europeo del sistema Medusa, una red submarina de fibra óptica que conectará el continente europeo con el norte de África. El proyecto, financiado en parte por la Unión Europea a través del programa Global Gateway, aspira a convertirse en una auténtica autopista digital entre ambos continentes.
La nueva estrella en el mapa global de la conectividad
Lejos de ser solo un puerto histórico o una ciudad de terrazas junto al mar, Marsella se ha convertido en un actor clave de la infraestructura digital mundial. Con la llegada de Medusa, ya suma 17 cables submarinos que la enlazan con Asia, América, África y el norte de Europa. Su posición geográfica privilegiada (a medio camino entre África y el corazón de la UE) y su red de centros de datos han convertido a la ciudad foceana en una puerta de entrada esencial para el tráfico mundial de datos.
Orange, que dispone en Marsella de una de sus principales bases de operaciones, garantiza un transporte seguro y redundante de terabytes de información hacia París, Londres o Fráncfort. “Marsella es hoy uno de los grandes nudos de conectividad del planeta”, destacan fuentes del grupo francés (a través de Média24).
Una operación milimétrica bajo el mar
El cable Medusa no se tendió al azar. Para minimizar el impacto ambiental y proteger las praderas de posidonia del Parque Nacional de Calanques, los ingenieros de Orange Marine recurrieron a la perforación direccional: una técnica que permite excavar túneles bajo el lecho marino sin alterar el ecosistema.
El Sophie Germain, un barco de 100 metros equipado con la tecnología más avanzada, fue el encargado de la maniobra. Diseñado para reducir emisiones y optimizar el tendido, el buque es un ejemplo de ingeniería naval sostenible.
De Marsella a Bizerta: el eje sur del Mediterráneo
El primer tramo operativo conecta Marsella con Bizerta (Túnez) a lo largo de 1.050 kilómetros de cable. Este segmento forma parte de una red que alcanzará los 8.700 kilómetros y unirá 11 países desde Portugal hasta Egipto. Su objetivo: reforzar la conectividad, reducir la brecha digital y garantizar una red segura e independiente de las rutas intercontinentales tradicionales.
Cada par de fibras será capaz de transmitir hasta 20 terabits por segundo, una capacidad suficiente para soportar servicios 5G, plataformas en la nube, streaming masivo y sistemas críticos de comunicación.
