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"Muchos no saben que en 2024 invadió Rumanía... con tuits": el campo de batalla de Putin, más allá de Ucrania

"Muchos no saben que en 2024 invadió Rumanía... con tuits": el campo de batalla de Putin, más allá de Ucrania

Lo que está en juego en la guerra híbrida de Moscú es la soberanía democrática y está afectando a toda Europa. "¿Quién es el siguiente en su lista?". 

El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una sesión plenaria del Foro Económico Euroasiático en Minsk, Bielorrusia, el 26 de junio de 2025.Sputnik / Sergey Bobylev / Pool via Reuters

"Todos sabemos que el presidente ruso, Vladimir Putin, invadió Ucrania con tanques en 2022. Pero muchos no saben que en 2024 invadió Rumania... con tuits". Así de fuerte arranca la tribuna de Mark Gitenstein, Adrian Zuckerman y Jim Rosapepe, todos ellos exembajadores de Estados Unidos en Rumanía, publicada en POLITICO. Un texto en el que denuncian que el expansionismo de Moscú va más allá de la invasión de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, aunque sea con armas de guerra híbrida

"En ambos casos fracasó, por ahora. Pero la agresión de Putin se centra en Estados Unidos y todos sus aliados. Está gastando millones de dólares, bombardeando a los votantes europeos con redes sociales manipuladoras y campañas de desinformación a gran escala. Es un nuevo tipo de guerra contra la democracia que elimina la necesidad de desplegar tanques en las capitales", avisan los autores.

La estrategia en constante evolución de Putin es el resultado de su fallida campaña militar para capturar Kiev y sofocar la democracia ucraniana. "Se topó con la indomable resistencia de Ucrania y, como resultado, comenzó a desplegar una estrategia rusa (y soviética) de larga data para destruir las democracias occidentales desde dentro, apoyando y cultivando candidatos políticos pro-Putin. TikTok, Telegram y otras redes sociales se han convertido en armas en este nuevo tipo de guerra", señalan.

El presidente ruso, siempre cercano a sus raíces en la KGB, es consciente de que la opinión pública "puede ser manipulada y moldeada por agentes políticos y propaganda al servicio del hombre fuerte de Rusia". Basta con examinar las recientes elecciones rumanas para confirmar esta "siniestra verdad", dicen. Y lo explican: en 2024, Putin gastó "millones" para elegir a un presidente prorruso en Rumanía. Su método: "infiltrarse en las elecciones, apoyar a candidatos con inclinaciones autoritarias y manipular las plataformas digitales para distorsionar la percepción pública". Así, el líder ruso sacó del anonimato al candidato Călin Georgescu, y "en tan sólo dos semanas, Georgescu obtuvo el 21 % de los votos, dejando atónitos a un grupo dividido de 15 candidatos".

"Violando el sentido común, la realidad y la ley rumana, Georgescu afirmó que no había recaudado contribuciones ni incurrido en gastos de campaña. En cambio, tenía un benefactor malévolo en Putin", dicen los diplomáticos.

Calin Georgescu, el pasado 26 de noviembre, se prepara para atender a la prensa en la ciudad de Izvorani.Inquam Photos / Octav Ganea via REUTERS

El bombardeo de las redes sociales consistió en "desinformación" y un esfuerzo multimillonario de corte leninista para destruir la democracia en Rumanía. "El plan también incluía socavar los intereses de seguridad de Estados Unidos, la OTAN y la UE. Y justo a tiempo para que esta invasión sigilosa del proceso electoral rumano fuera descubierta por los servicios de inteligencia rumanos y occidentales", se lee.

Alegando graves violaciones de la ley electoral e injerencia extranjera, el tribunal constitucional del país anuló la primera vuelta de las elecciones y ordenó una nueva convocatoria. En la segunda vuelta, la participación electoral superó el promedio del 51 % y se acercó al 65 %, gracias a la respuesta de los rumanos a la crisis con claridad y valentía. Rechazaron al candidato de Putin y optaron por la vía democrática y pro-OTAN por un margen decisivo del 54 % frente al 46 %.

"Junto con un grupo bipartidista de siete exembajadores estadounidenses en Rumanía, habíamos instado públicamente a los rumanos a rechazar al candidato de Putin. No podíamos quedarnos de brazos cruzados y permitir que la propaganda, evidentemente falsa y dirigida por Rusia, quedara sin respuesta", explican. "Vimos de primera mano cómo Rumanía ascendió con éxito desde la dictadura impuesta por Rusia hacia la libertad, la integración con el resto de Europa en la UE y la alianza con EEUU a través de la OTAN", escribieron en una carta abierta.

"Reconocimos la oportunidad de enmarcar con precisión la decisión histórica que los rumanos tendrían que tomar en las urnas, y dejamos claro lo que estaba en juego: 'Con Putin, Rusia está de nuevo en marcha. Primero invadiendo Ucrania. ¿Será Rumania su próximo objetivo, como lo fue para Stalin?... Los rumanos se enfrentan a una clara disyuntiva histórica: la dominación rusa o su propio futuro aliado con Estados Unidos en la OTAN", añaden.

Si bien los esfuerzos de Putin en Rumania "fracasaron estrepitosamente, podrían haber causado daños reales". Afortunadamente, las instituciones y voces democráticas del país "se negaron a dejarse intimidar por sus últimas tácticas. Y ahora animamos a otros a alzar la voz para contrarrestar los intentos de Putin de decapitar la democracia en las urnas", dicen los norteamericanos.

Los rumanos asumieron "con razón la responsabilidad de su propio futuro y eligieron la libertad y la prosperidad por encima del putinismo". Tras la victoria de Nicusor Dan en la carrera presidencial, el presidente estadounidense Donald Trump aseguró a los rumanos que "fortalecería nuestros lazos con Rumania, apoyaría nuestra colaboración militar y promovería y defendería los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos en el extranjero".

"Desafortunadamente, demasiadas personas que deberían saberlo mejor siguen congraciándose con Putin, apoyando a sus candidatos prorrusos y socavando la seguridad de Estados Unidos y otros aliados democráticos. Mario Nawfal, protegido de Elon Musk, estuvo en Moscú en mayo, mientras que el padre del multimillonario tecnológico Elon Musk y los controvertidos comentaristas estadounidenses de derecha Jackson Hinkle y Alex Jones asistieron al foro Future 2050 en Moscú en junio. En el foro participaron numerosos aliados de Putin: el filósofo ruso de derecha Alexander Dugin, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov y el expresidente Dmitry Medvedev", denuncia el artículo.

"La batalla rumana se ganó, pero la guerra de Putin contra la democracia continúa. ¿Quién es el siguiente en su lista?"

"La batalla rumana se ganó, pero la guerra de Putin contra la democracia continúa. ¿Quién es el siguiente en su lista?", se preguntan. "Las elecciones de este otoño en Moldavia, Estonia, Georgia, Países Bajos, República Checa y otros países europeos son propicias para la interferencia . Pero antes de que su propaganda se arraigue, es imperativo reprimir sus violaciones de las leyes electorales", avisan.

"La lucha por la democracia se extiende ahora al ciberespacio, donde las tácticas de invasión de Putin deben ser frustradas, tal como se ha hecho en el campo de batalla. El nuevo campo de batalla es en línea, y lo que está en juego es la soberanía democrática", según sus informaciones.

"La lección de Rumanía es clara: la mejor defensa contra la propaganda es la verdad y el coraje de decirla", concluyen.

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